Santo Domingo

Los perros son su razón de ser, pero si se trata de adiestrarlos para búsqueda y rescate de personas atrapadas bajo escombros o perdidas en espacios de difícil acceso, recibe su mayor plenitud.

Así es Ramón Molina, el entrenador de perros de la República Dominicana, un hombre menudo, pero con un temple de acero, capaz de doblegar al perro más violento e inadaptable que llegue a sus manos y convertirlo en un verdadero héroe y protector de vidas humanas.

Explicó que su trabajo lo hace con pasión, porque cuando el Centro de Operaciones de Emergencia (COE) le pregunta, “¿ahí, hay personas?”, tiene que dar la respuesta correcta, porque están en juego las vidas de personas atrapadas.

“Te imaginas que yo diga que no hay nada, cuando realmente hay personas atrapadas. Estamos hablando de vidas humanas y con eso no se juega. Pero te imaginas que yo diga hay, cuando no hay, entonces los equipos perderán tiempo en una zona, dejando de lado otras áreas donde personas necesitan ayuda”, comentó.

“Mis perros y yo somos un equipo 50-50, pues ellos no pueden trabajar sin mí, pero yo tampoco puedo trabajar sin ellos. Estamos conectados en un trabajo serio y siento mucho placer cuando podemos salvar una vida que no tenía esperanza”, dijo.

Ramón Molina empezó a entrenar perros de manera empírica, pero el amor que siente por estos animales y la pasión de rescatar personas, lo llevaron a viajar por el mundo para conocer a los canes y a estudiarlos a profundidad para moldearlos de acuerdo con la necesidad.