Gobernaba Joaquín Balaguer cuando el 26 de mayo de 1994 se produjo el secuestro y la desaparición del profesor, escritor y gestor cultural Narciso González (Narcisazo).  Era un crítico acérrimo de las injusticias sociales y del balaguerato, régimen al que fustigó siempre, particularmente en su última alocución pública en la UASD. Hoy gobierna el PLD, al que Balaguer llamó el camino bueno.  Además de cuatro gestiones totalmente corruptas, el PLD ha mantenido en la impunidad el secuestro y la desaparición de Narcisazo, crimen de lesa humanidad, motivo suficiente para reclamar que no quede impune.

Ese reclamo debe ser simultáneo con enfrentar la corrupción y la propia impunidad del PLD, cuyas tinieblas no son invencibles, aún sean distintas al balaguerato.

Narcisazo nos dejó su ejemplo y decisión.

En su memoria y su nombre, adelante, para que su desaparición y demás crímenes no queden en la impunidad.