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La Semana Santa es una época propicia para la reflexión: Reflexión sobre la fe, refle

La Semana Santa es una época propicia para la reflexión: Reflexión sobre la fe, reflexión sobre la vida y su destino, reflexión sobre la rutina en la cotidianidad, y reflexión sobre la política y el poder.

Publicado: 16/04/2019

La Semana Santa es una época propicia para la reflexión: Reflexión sobre la fe, refle

<p>La Semana Santa es una &eacute;poca propicia para la reflexi&oacute;n: Reflexi&oacute;n sobre la fe, reflexi&oacute;n sobre la vida y su destino, reflexi&oacute;n sobre la rutina en la cotidianidad, y reflexi&oacute;n sobre la pol&iacute;tica y el poder.<br />
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La Iglesia Cat&oacute;lica, al iniciar la Semana Santa con el Domingo de Ramos, a trav&eacute;s de los Obispos de Santo Domingo y de Santiago, reflexion&oacute; sobre la violencia y el poder, dos dimensiones que ocupan la atenci&oacute;n de la gente. Primero porque la violencia afecta a mucha gente por el clima de inseguridad que encierra y que atemoriza a todos. El segundo, porque el poder atrae a la mayor&iacute;a porque de &eacute;l depende el destino de mucha gente que ve en la pol&iacute;tica el medio de su oportunidad y de su movilidad social, del triunfo ego&iacute;sta como dir&iacute;a el Papa Francisco.<br />
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El Arzobispo de Santiago, Freddy Bret&oacute;n Mart&iacute;nez, en su homil&iacute;a del Domingo de Ramos, expres&oacute; que: &ldquo;Hay preocupaci&oacute;n por los hechos de violencia y los feminicidios que ocurren en este pa&iacute;s, y se requieren acciones para detener este fen&oacute;meno&rdquo;.<br />
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Por su lado, el Arzobispo de Santo Domingo, Monse&ntilde;or Ozoria, clam&oacute; a Dios para que &ldquo;ilumine a aquel que busca el poder por el poder mismo y se olvida de los dem&aacute;s&rdquo;. Y agreg&oacute; que &ldquo;al ser humano le encanta el poder sin que importen los medios o lo que cueste&rdquo;.&nbsp;<br />
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Poder y violencia guardan una estrecha vinculaci&oacute;n, porque el poder maquiav&eacute;lico como lo describe Ozoria, sin importar los medios, es un generador de violencia m&aacute;s all&aacute; de la violencia leg&iacute;tima que se les otorga a los &oacute;rganos represivos del Estado, tal como lo reconoci&oacute; el soci&oacute;logo alem&aacute;n Max Weber.<br />
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Pero hay que saber que detr&aacute;s del poder y la violencia est&aacute; el problema de la clase dominante, raz&oacute;n sociol&oacute;gica de la dominaci&oacute;n que surge en un sistema de escasa institucionalidad legal. En ese estado de escaso predominio de la institucionalidad legal el poder y la violencia brotan como expresiones de esa dominaci&oacute;n de clase que se impone a todos los dem&aacute;s sectores a trav&eacute;s del ejercicio de la gobernanza: la clase dominante se convierte en clase gobernante, la cual est&aacute; obligada en un capitalismo desregulado y de baja institucionalidad legal, como el nuestro, a monopolizar el poder, incluso recurriendo a todo mecanismo de apropiaci&oacute;n, incluyendo el robo, y a todo tipo de coacci&oacute;n f&aacute;ctica, incluyendo la violaci&oacute;n de toda norma de respeto a la dignidad humana.<br />
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Por esas razones, la corrupci&oacute;n y la violencia se convierten en antivalores centrales de la cultura dominante, que entonces justifica &ldquo;la b&uacute;squeda del poder por el poder mismo&rdquo;, o como dir&iacute;an algunos degenerados de la pol&iacute;tica: &ldquo;en pol&iacute;tica se hace lo que conviene&rdquo;, aunque ello implique la necesidad de violentar el orden constitucional y el estado de derecho.<br />
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En ese contexto los valores y normas democr&aacute;ticas, que aspiran por un orden social basado en la m&aacute;xima de que &ldquo;el respeto al derecho ajeno es la paz&rdquo;, devienen en una falacia, que solo sirven como gu&iacute;as ut&oacute;picas, cuyo acercamiento como realidad impone la necesidad de restringir&nbsp; la Ley del monopolio propia del capitalismo desregulado donde se impone la Ley salvaje del m&aacute;s fuerte.<br />
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<strong>&iexcl;Restrinjamos el poder y la violencia eliminando la Ley del monopolio!</strong></p>

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