El papa llama a superar el miedo durante su homilía en la Vigilia Pascual
Publicado: 20/04/2019
<p>Ciudad del Vaticano .- El papa Francisco hizo hoy un llamamiento para que los seres humanos superen el miedo, la cerrazón y la desolación, elementos que acaban con la esperanza, durante la homilía que pronunció en la Vigilia Pascual de este Sábado Santo.</p>
<p>El pontífice pidió que las personas pasen “de la cerrazón a la comunión, de la desolación a la consolación, del miedo a la confianza”, durante este rito de Semana Santa que se celebró en una Basílica de San Pedro repleta de fieles.</p>
<p>La ceremonia comenzó a las 20.30 hora local (18.30 GMT) con la basílica totalmente en penumbra y en silencio, para conmemorar el dolor de la muerte del Señor.</p>
<p>El rito dio inicio con la bendición del fuego y después el papa incidió con un punzón sobre el cirio pascual, símbolo de Cristo, “Luz del Mundo”.</p>
<p>Grabó una cruz y también la primera y la última letra del alfabeto griego -alfa y omega-, junto con las cifras del año en curso.</p>
<p>Lo hizo mientras pronunciaba a la vez en latín: “Christus heri et hodie, Principium et Finis, Alpha et Omega, ipsius sunt tempora et saecula. Ipsi gloria et imperium per universa aeternitatis saecula” (Cristo ayer y hoy, principio y fin, alfa y omega. A Él pertenece el tiempo y los siglos, a Él la gloria y el poder por los siglos de los siglos).</p>
<p>Después Jorge Bergoglio recorrió en procesión la basílica en total oscuridad, en representación de la ausencia de luz tras la muerte de Jesucristo, mientras los fieles iban encendiendo poco a poco las velas que habían llevado a la ceremonia, con la llama procedente del cirio pascual.</p>
<p>El papa llegó momentos después al altar mayor, la basílica se iluminó y un diácono comenzó entonces el canto del “Exultet”, el himno pascual, un recorrido sintético de la historia de la salvación.</p>
<p>El papa dedicó su homilía a hablar de las que llamó cuatro grandes piedras de la vida de los seres humanos, “contra las que se estrellan las esperanzas y las expectativas: la muerte, el pecado, el miedo, la mundanidad”.</p>
<p>“A menudo la esperanza se ve obstaculizada por la piedra de la desconfianza. Cuando se afianza la idea de que todo va mal y de que, en el peor de los casos, no termina nunca, llegamos a creer con resignación que la muerte es más fuerte que la vida y nos convertimos en personas cínicas y burlonas, portadoras de un nocivo desaliento”, sostuvo.</p>
<p>“Piedra sobre piedra, construimos dentro de nosotros un monumento a la insatisfacción, el sepulcro de la esperanza. Quejándonos de la vida, hacemos que la vida acabe siendo esclava de las quejas y espiritualmente enferma. Se va abriendo paso así una especie de psicología del sepulcro: todo termina allí, sin esperanza de salir con vida”, añadió.</p>
<p>El pecado, dijo Francisco, es otra de las piedras que “a menudo sella el corazón” de los seres humanos, pues “seduce, promete cosas fáciles e inmediatas, bienestar y éxito, pero luego deja dentro soledad y muerte”.</p>
<p>Cargó también contra el miedo, que provoca, dijo, que las personas se queden encogidas en sus límites, y contra las “vanidades mundanas”, como el dinero, la carrera, el orgullo y el placer, que no dejan ver lo verdaderamente importante de la vida.</p>
<p>Francisco animó a los fieles a preguntarse hacia dónde caminan en sus vidas, y lamentó que a veces las personas se dirigen hacia sus problemas, que nunca faltan.</p>
<p>La ceremonia sigue la tradición de los primeros años de la Iglesia católica, cuando los catecúmenos (adultos que aspiran al bautismo) eran bautizados en la noche de la Vigilia Pascual.</p>
<p>En esta ocasión, el papa Francisco, revestido con ornamentos blancos, bautizó a ocho personas, procedentes de Ecuador, Perú, Italia, Albania e Indonesia.</p>
<p>La Vigilia Pascual o “Lucernario” es uno de los ritos más antiguos de la liturgia y se celebra en la noche del Sábado Santo que San Agustín llamó “madre de todas las vigilias”, en alusión a la espera de la Resurrección del Hijo de Dios.</p>
<p>Los ritos de la Semana Santa continuarán este domingo con la misa del Domingo de Resurrección, que presidirá el papa Francisco en la plaza de San Pedro del Vaticano, y después el pontífice impartirá desde la logia central de la basílica de San Pedro la tradicional bendición “Urbi et Orbi” (A la ciudad y al mundo). EFE</p>