Carta Roberto Rosario al Pleno JCE

Lic. Julio César Castaños Guzmán Licda. Carmen Imbert Brugal Dr. Roberto Saladin Selín Dra. Rosario Altagracia Graciano de los Santos Dr. Henry Orlando Mejía Oviedo Junta Central Electoral

Publicado: 21/04/2020

Lic. Julio César Castaños Guzmán 
Licda. Carmen Imbert Brugal 
Dr. Roberto Saladin Selín 
Dra. Rosario Altagracia Graciano de los Santos Dr. Henry Orlando Mejía Oviedo 
Junta Central Electoral 
Av. 27 de Febrero esquina Av. Luperón, Zona Industrial de Herrera, 
Santo Domingo, República Dominicana.- 
Distinguidos Señores: 
Luego de un cordial saludo y esperando que al recibir esta comunicación se encuentren bien junto a los suyos, a seguidas les externamos la posición de Manifiesto Ciudadano frente a los más recientes acontecimientos y las realidades que vive la República Dominicana en estos momentos de tanta incertidumbre: 
A) Informe de la OEA: 
Hoy más que nunca se precisa el acompañamiento, respaldo y fortalecimiento de la credibilidad y confianza de la Junta Central Electoral para robustecer su fragmentada imagen. El informe de la Organización de Estados Americanos (OEA) tipifica de incompetente y negligente la actuación de la JCE en las suspendidas elecciones municipales de febrero de este año. 
Sin embargo, en honor a la justicia también debe enfatizarse que las elecciones extraordinarias de marzo transcurrieron con absoluta transparencia y normalidad. En estas últimas se produjo cierto nivel de acompañamiento de organizaciones nacionales e internacionales y una loable integración ciudadana como observadores de escrutinios y como voluntarios denunciantes de irregularidades y replicadores de una efectiva campaña de concientización. 
Este ejercicio de acompañamiento, involucramiento y participación, no solo debe repetirse para las elecciones extraordinarias del 5 de julio, sino que debe aumentarse sustancialmente ante el reto de la pandemia de COVID-19 y ante el previsible desbordamiento de las ambiciones por los mayores intereses en torno a los niveles de elección que estarán en juego en dicho proceso comicial. 
Santo Domingo, Rep. Dom. 20 de abril de 20020

Es importante que la JCE admita y esté dispuesta a trabajar junto a las entidades colaboradoras, en posicionar la idea de que una JCE acompañada, imparcial y que ejerciendo a plenitud y con vigor sus atribuciones contempladas en la Constitución de la Republica y las leyes adjetivas, es capaz de organizar elecciones equitativas y transparentes. 
Bajo la anterior premisa y compromiso, entendemos prudente la preservación intacta de la composición del Pleno de la Junta Central Electoral, a menos que se establezca alguna responsabilidad directa de todos o algunos de sus miembros en lo ocurrido en febrero. Debe tomarse en cuenta que, ante la destitución o renuncia de los miembros de la JCE, sus suplentes brindan menos confianza a la ciudadanía y si los suplentes también renunciaran, la solución pasaría por el Senado de la República que se encuentra controlado absolutamente por el primer mandatario de la nación, quien ha expresado de manera pública y personal el designio de ganar por su cuenta estas elecciones. 
Por tanto, el informe de la OEA, que ha revelado importantes limitaciones gerenciales, debe servir para sanear y despolitizar todas las áreas esenciales de la JCE como son la Dirección de Informática, la Dirección de Elecciones, incluyendo el área de logística, la Policía Electoral y los departamentos de inteligencia que le dan soporte. Donde ha quedado en evidencia que existen funcionarios claves con vínculos cercanos con el partido oficial. Igualmente, la depuración de las Juntas Municipales y colegios electorales que aún se encuentren desbalanceadas en su conformación. 
La respuesta al informe de la OEA no debe limitarse a despedir al Director de Informática porque no es cierto que la responsabilidad absoluta recae en una sola persona en un proceso tan complejo como la organización de unas elecciones a cargo una organización con una amplia estructura que interactúa constantemente entre sus dependencias. 
B) Elecciones Extraordinarias del 5 de Julio: 
La JCE debe prepararse para elecciones en julio de este año bajo los efectos de la pandemia de COVID-19, ya que conforme a los vaticinios de los expertos epidemiólogos nacionales e internacionales la misma será una amenaza que en mayor o menor medida se extenderá por más de un año en todo el mundo. 
Para ello debe: 
i.- Preparar el protocolo de todas medidas detalladas de higiene y distanciamiento social que aplicará en los recintos de votación y en las juntas municipales. 
ii.- Preparar una campaña de concientización de la importancia del voto a pesar de la crisis sanitaria para preservar la institucionalidad democrática y no agravar con otra crisis más la situación del país. 
iii.- Enviar de urgencia un proyecto de ley que transitoriamente permita el voto en el exterior por correo postal u otra modalidad no presencial. Solo para el caso en que no puedan nuestros compatriotas en el exterior desplazarse a recintos electorales por restricciones de los Estados donde vaya a ejercer su derecho al sufragio. No debe contemplarse escenario 
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alguno en que se prescinda del voto dominicano en el exterior, que no solo representa casi el 10% de los inscritos en el padrón electoral y que constituyen pilares esenciales de la economía nacional, sino que con sus votos se eligen siete (7) de los diputados que integran la Cámara de Diputados. 
iv.- Establecer condiciones equitativas de acceso a medios de comunicación que será la única modalidad posible de hacer campaña. 
v.- Que la misma JCE cree las plataformas tecnológicas y ofrezca el asesoramiento técnico necesario para que todos los candidatos que lo requieran accedan a los medios digitales en igualdad de oportunidad. 
vi.- Garantizar que en los medios de comunicación del Estado se tengan espacios a disposición de los partidos y candidatos de manera equitativa. 
vii.- Reabrir los plazos de alianzas y coaliciones para permitir que partidos minoritarios se unan entre si o a partidos con mayores posibilidades, de forma tal que se simplifique el escrutinio y se motive una solución en primera vuelta electoral. 
vii. Reforzar y hacer más riguroso el control de las encuestas, ya que en ausencia de trabajos de campo y el posible relajamiento de los rigores metodológicos de las mismas, es previsible la ausencia de encuestadoras confiables lo que hace propicio el escenario para la manipulación y la generación de falsas percepciones. 
viii. Una vez sea abierta la campaña electoral, la JCE debe controlar las informaciones sanitarias para que no sean usadas como mecanismos de propagación de pánico y fomento de la abstención. 
ix. Debe fortalecerse al extremo el control y las auditorias de los fondos en campaña, para evitar el uso de los fondos públicos o de origen ilícito con fines electoreros y aplicar sanciones administrativas y medidas cautelares drásticas y ejemplarizantes por parte de la JCE a quienes incurran en lo que podría ser catalogado como crimen de lesa humanidad de distraer recursos del Estado, necesarios para la crisis humanitaria, para favorecer candidaturas y apetencias particulares. Esto aplica no solo al gobierno central sino también a nivel municipal. 
x. En ese mismo tenor, será esencial que la JCE aporte toda la colaboración y los elementos de prueba requeridos para que la Procuradora Adjunta encargada de la persecución de los delitos electorales procese penalmente y sin contemplaciones a todos los incurran en ilícitos penales electorales. 
xi. La sustitución del Procurador General de la Republica sería altamente recomendable en este contexto para dotar de la imprescindible credibilidad a ese órgano público, esencial en la transparencia y el régimen de consecuencias en todos los ámbitos nacionales, incluyendo en materia electoral. Esto reviste mayor importancia luego de que organismos de investigación bajo la responsabilidad de la Procuraduría General de la República se prestaron a hacer cuestionables investigaciones de un alegado sabotaje a las elecciones de febrero de este año, el cual ha quedado descartado por el informe de la OEA. 
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C) Plan de Contingencia: 
La JCE debe preparar con tiempo planes de contingencia para el caso en que la pandemia no permita la celebración de elecciones el 5 de julio. Incluyendo la posibilidad de posponer nuevamente las elecciones para el 26 de julio y propiciar un acuerdo entre los partidos políticos para que si la diferencia entre el primer y segundo lugar es superior al 10% el segundo lugar renuncie anticipadamente a la celebración de una segunda vuelta electoral. 
En ninguna circunstancia la JCE debe propiciar o participar en actuaciones que impliquen subvertir el orden constitucional y la institucionalidad democrática de la República Dominicana, como sería la justificación de una insólita extensión del período constitucional de los funcionarios electivos del Poder Ejecutivo y Legislativo, que por mandato expreso e inequívoco del Artículo 274 de la Constitución culmina de manera uniforme el 16 de agosto de 2020. 
Con sentimientos de alta consideración y estima, les saluda, 
Muy atentamente, 
Hamilk Chahin Coordinador General