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Haití: Acorralado entre hambruna y la pandemia

Cuando todo esto pase, por­que Dios mediante pasará, no debemos bajar la guardia ni un instante.

Publicado: 02/05/2020

Haití: Acorralado entre hambruna y la pandemia

<p>El continente americano entra en su segundo mes en guerra, sitiado por un enemigo tenaz que arremete sigilosamente y se propaga r&aacute;&shy;pidamente por todos los pa&iacute;ses de la regi&oacute;n, sin mostrar pie&shy;dad ni distinci&oacute;n por el poder econ&oacute;mico, social, pol&iacute;tico o militar que tenga cada naci&oacute;n: la pandemia del coronavirus COVID-19.</p>

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Y es as&iacute;, cuando vemos una potencia como EE.UU, ser el pa&iacute;s de la regi&oacute;n y del mun&shy;do con el mayor foco de con&shy;tagios y muertes producto del coronavirus, con m&aacute;s de 1,100.000 de personas infec&shy;tadas y 63,746 fallecimientos. Que como paradojas de la vi&shy;da, este enemigo invisible esta haciendo estragos en su pobla&shy;ci&oacute;n dentro de su propio terri&shy;torio, superando la mortandad ocurrida durante las dos d&eacute;ca&shy;das de la Guerra de Vietnam (1954-1975), donde murie&shy;ron 58,200 soldados estado&shy;unidenses.</p>

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Al contemplar Latinoam&eacute;ri&shy;ca en su conjunto, advertimos como ciertos pa&iacute;ses, entre estos Venezuela, Bolivia y Hait&iacute;, cada uno por diferentes razones, su&shy;fren los efectos de vulnerabili&shy;dades profundas en sus econo&shy;m&iacute;as. Pa&iacute;ses con poblaciones de muy bajos ingresos y enor&shy;mes dependencias de la impor&shy;taci&oacute;n de alimentos y con alta prevalencia de subnutrici&oacute;n, como lo revelara recientemen&shy;te un estudio del Instituto In&shy;teramericano de Cooperaci&oacute;n para la Agricultura de Costa Ri&shy;ca.</p>

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Investigaci&oacute;n respalda&shy;da por la FAO, que manifiesta una clara preocupaci&oacute;n sobre el hambre en Am&eacute;rica Latina y el Caribe, implorando &ldquo;no des&shy;atender la lucha contra el ham&shy;bre y no subir los precios de los alimentos&rdquo; durante la pande&shy;mia. Bajo estas primicias pre&shy;tendo enfocarme en la situa&shy;ci&oacute;n muy particular con que esta mort&iacute;fera pandemia arre&shy;mete a la infortunada Rep&uacute;bli&shy;ca de Hait&iacute;, que luego del terre&shy;moto del 2010 el destino parece ensa&ntilde;arse en su contra, siendo agobiado hist&oacute;ricamente por c&oacute;lera, dengue, huracanes, falta de agua, pobreza, insalubridad, desnutrici&oacute;n, violencia, inestabi&shy;lidad pol&iacute;tica, corrupci&oacute;n e inse&shy;guridad, entre otras situaciones negativas. Hoy desgraciada&shy;mente, Hait&iacute; enfrenta un nuevo y peligroso desaf&iacute;o, desconocido para ellos y el mundo.</p>

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Los hechos demuestran que ninguna naci&oacute;n estaba prepara&shy;da para enfrentar a este enemi&shy;go. En el caso de Hait&iacute;, adem&aacute;s de esta enfermedad, hace tiem&shy;po que la hambruna lo fustiga. En diciembre del 2019, el Pro&shy;grama Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (PMA) advert&iacute;a que uno de cada tres haitianos demandaba &ldquo;asisten&shy;cia alimentaria urgente&rdquo; y casi un mill&oacute;n padec&iacute;a de &ldquo;hambre severa&rdquo;.</p>

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Seg&uacute;n la FAO y OMS, el 40% de su poblaci&oacute;n ya padece de in&shy;seguridad alimentaria y apenas 31% tiene acceso a la atenci&oacute;n m&eacute;dica, lo que hace prever que, en estas circunstancias a medida que se trate de contener la pan&shy;demia, simult&aacute;neamente incre&shy;mentar&aacute; a&uacute;n m&aacute;s la inseguridad alimentaria, vislumbr&aacute;ndose un devastador impacto socioeco&shy;n&oacute;mico y un futuro nefasto. El 19 de marzo se confirm&oacute; el pri&shy;mer caso de COVID-19 en Hai&shy;t&iacute;, aunque los n&uacute;meros de con&shy;tagios son alentadores, ya que hasta ahora se han registrado 81 contagios, 8 muertes y 642 ca&shy;sos sospechosos.</p>

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Estas dos calamidades com&shy;binadas &ndash;Crisis Alimentaria y COVID-19&ndash;multiplican expo&shy;nencialmente las consecuen&shy;cias sanitarias de este empobre&shy;cido pa&iacute;s, aunque el PMA alert&oacute; a las grandes potencias para que asumieran un compromiso de solidaridad, nadie acat&oacute; el lla&shy;mado, y pretender dejar solo a Rep&uacute;blica Dominicana en estos momentos que hace de tripas a coraz&oacute;n para enfrentar el coro&shy;navirus, ser&iacute;a un acto de barba&shy;rie de una comunidad interna&shy;cional indolente e inhumana.</p>

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Compartimos una misma is&shy;la, y nuestro pa&iacute;s result&oacute; ser el primero afectado por esta pan&shy;demia, declarando el gobierno Estado de Emergencia Nacio&shy;nal, suspendiendo todo tipo de actividad comercial y cerrando sus fronteras, lo que conllev&oacute; a la p&eacute;rdida o suspensi&oacute;n de cien&shy;tos de miles de puestos labora&shy;les, realidad que no eludi&oacute; a los haitianos que viven de mane&shy;ra legal o ilegal en el pa&iacute;s. Esta nueva realidad gener&oacute; a estos ciudadanos ciertas condiciones de vida muy dif&iacute;ciles, forzando a miles a retornar &ldquo;voluntaria&shy;mente&rdquo; a su pa&iacute;s de origen, al quedarse desempleados como en otras partes del mundo. Esta situaci&oacute;n agrava m&aacute;s el escena&shy;rio de Hait&iacute;, no solo por la carga humana que recibe, sino porque se reduce dr&aacute;sticamente el en&shy;v&iacute;o de remesas que representa casi el 35% de su producto inter&shy;no bruto (PIB).</p>

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El presidente Jovenel Mo&iuml;se en un discurso reciente a la na&shy;ci&oacute;n adv irti&oacute; que, una vez con&shy;tenido el coronavirus, Hait&iacute; se enfrentar&aacute; a &ldquo;muchos proble&shy;mas&rdquo; hasta el punto que teme haya una &ldquo;hambruna&rdquo; por los efectos colaterales de la emer&shy;gencia sanitaria a nivel global.</p>

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&iquest;Por qu&eacute; es alarmante y pre&shy;ocupante? Las pandemias han demostrado que las poblacio&shy;nes m&aacute;s afectadas son donde vi&shy;ve la gente m&aacute;s vulnerable, y la mayor cantidad de haitianos co&shy;existen en la pobreza, con un al&shy;to &iacute;ndice de desnutrici&oacute;n y per&shy;sonas con VIH o tuberculosis, una poblaci&oacute;n de riesgo com&shy;parativamente m&aacute;s vulnerable que la nuestra y del resto del mundo.</p>

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&nbsp;En el 2018, un informe reali&shy;zado por la Fundaci&oacute;n St Luke y el Centro M&eacute;dico de Maryland se&ntilde;alaban que para aquel en&shy;tonces en todo el pa&iacute;s, con una poblaci&oacute;n superior a los 10 millones solo hab&iacute;a 90 camas para cuidados intensivos, y de ellas solo 45 contaban con asistencia respiratoria asistida, uno de los elementos esencia&shy;les para los casos m&aacute;s cr&iacute;ticos de coronavirus.</p>

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Sin conjeturas, esta situaci&oacute;n lo apuntala como un candidato inigualable para ser un &ldquo;desastre sanitario&rdquo; de consecuencias te&shy;rribles, y m&aacute;s si la pandemia se vuelve incontrolable en un pa&iacute;s donde su sistema de salud no sa&shy;tisface m&iacute;nimamente la pobla&shy;ci&oacute;n, ni da abasto en circunstan&shy;cias normales. Aunque el 17 de marzo, Rep&uacute;blica Dominicana cerr&oacute; sus fronteras y las diferen&shy;tes puertas de acceso &ndash;merca&shy;dos binacionales&ndash; como medi&shy;da preventiva por la pandemia del coronavirus, el gobierno do&shy;minicano implement&oacute; en co&shy;ordinaci&oacute;n con las autoridades de ambos pa&iacute;ses, un sistema de &ldquo;venta-trasiego de mercanc&iacute;as&rdquo; para mantener el abastecimien&shy;to de productos alimenticios ha&shy;cia Hait&iacute;, como una especie de v&aacute;lvula de alivio, evitando as&iacute; un estallido social producto de una hambruna colectiva.</p>

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Finalmente, reconocemos los esfuerzos y los cuantiosos recur&shy;sos invertidos por nuestras au&shy;toridades gubernamentales, a fin de solidificar el espacio fron&shy;terizo dominicano a lo largo de los 392 kms, para tratar de sal&shy;vaguardar, proteger, preservar y cuidar el territorio, con tecnolo&shy;g&iacute;a, algunos tramos de vallas de protecci&oacute;n y recursos humano, que no desmayan en el desvelo de su seguridad y defensa.</p>

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Cuando todo esto pase, por&shy;que Dios mediante pasar&aacute;, no debemos bajar la guardia ni un instante. Hoy Hait&iacute; m&aacute;s que nunca es una &ldquo;bomba de tiem&shy;po humana&rdquo; por estar acorra&shy;lada ante dos calamidades que podr&iacute;an ser el detonante de una poblada hacia el Oeste de nuestra Isla en busca de ali&shy;mentos y salud. Ojo avizor, continuemos duplicando nuestros esfuerzos y ayud&aacute;n&shy;doles, porque el problema es y ser&aacute; nuestro ante una co&shy;munidad internacional indo&shy;lente, que no se conduele ni les ayuda. Dios siga bendicien&shy;do a nuestro noble pueblo.</p>

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