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CAMARADA LEA ESTE ARTICULO AL COMPAS DEL FRESCOR DE UNA MAÑANA DOMINGUERA.

Cultura Inquieta Plataforma de la música y las artes.Ocho cualidades de las personas cultas, segu?n Anto?n Che?jov

Publicado: 21/12/2020

CAMARADA LEA ESTE ARTICULO AL COMPAS DEL FRESCOR DE UNA MAÑANA DOMINGUERA.

<p>&nbsp;CAMARADA LEA ESTE ARTICULO AL COMPAS DEL FRESCOR DE UNA MA&Ntilde;ANA DOMINGUERA.<br />
Cultura Inquieta Plataforma de la m&uacute;sica y las artes.<br />
Ocho cualidades de las personas cultas, segu?n Anto?n Che?jov</p>

<p>30 agosto 2016</p>

<p>ESTIMULANTE</p>

<p>Ser culto, una cualidad que puede ser pol&eacute;mica y aun peyorativa, pertenece sin embargo a un modo de ser y estar en el mundo que naturalmente nos hace m&aacute;s buenos, mejores, m&aacute;s humanos, o al menos as&iacute; es como lo entendi&oacute; el gran escritor ruso Ant&oacute;n Ch&eacute;jov</p>

<p>Hay un concepto de cultura que nos remite de inmediato al humanismo del Renacimiento y probablemente al progreso de la Ilustraci&oacute;n, esa idea que probablemente tenga ra&iacute;ces un tanto m&aacute;s remotas (pero no tanto) y la cual entiende la cultura como el conocimiento que cultiva y engrandece, que nos da m&aacute;s recursos para entender nuestro mundo pero tambi&eacute;n ?en un sentido moral, que lejos de ser censurable, merece, por el contrario, alentarse? nos vuelve ipso facto m&aacute;s compasivos, m&aacute;s humanos.<br />
Por desgracia, sabemos bien que el mundo est&aacute; m&aacute;s o menos poblado de personas que fundamentan cierta ilusoria superioridad en la cultura que poseen. &ldquo;Listillos&rdquo;, los llama Irvine Welsh en varias de sus novelas, ironizando en torno a ese tipo de comportamiento en que, seg&uacute;n sea la ocasi&oacute;n y el entorno, toma la forma de la arrogancia, el desd&eacute;n y en general el desprecio por todos aquellos que no se encuentren a la par de las lecturas hechas, las pel&iacute;culas vistas, la m&uacute;sica escuchada, los pa&iacute;ses visitados y un amplio aunque parad&oacute;jicamente limitado etc&eacute;tera.<br />
&nbsp;<br />
&iquest;Qu&eacute; significa ser culto? Quiz&aacute;, en &uacute;ltima instancia, nada de eso, al menos no si nos inclinamos por esa tradici&oacute;n del pensamiento que no teme combinar conocimiento y moral para que ambos formen mejores personas. En alg&uacute;n punto de nuestra cartograf&iacute;a personal, leer una o diez novelas est&aacute; o deber&iacute;a estar conectado con nuestra capacidad para prestar alg&uacute;n tipo de ayuda a un desconocido en la calle.<br />
&iquest;Podemos escuchar una pieza de Bach, quedar arrobados por su belleza, sentir que gracias a Bach la vida vale la pena ser vivida y, aun as&iacute;, no actuar en consecuencia y, digamos, ser capaces de cuidar de una planta y regarla todas las ma&ntilde;anas? Hasta cierto punto, algo tiene de condenable e hip&oacute;crita el sibarita est&eacute;ril que dice amar la belleza y sin embargo no hace nada para asegurar su presencia y persistencia en este mundo. &ldquo;Belleza m&aacute;s piedad: eso es lo m&aacute;s cerca que podemos llegar a una definici&oacute;n de arte. Donde hay belleza hay piedad, por la simple raz&oacute;n de que la belleza debe morir&rdquo;, dijo alguna vez Vladimir Nabokov.</p>

<p>La lista que presentamos a continuaci&oacute;n enumera las 8 cualidades que, seg&uacute;n el gran escritor ruso Ant&oacute;n Ch&eacute;jov, distinguen a una persona verdadera, aut&eacute;nticamente culta, alguien que de alg&uacute;n modo ha comprendido que la sapiencia es tal cuando enaltece pero no ensoberbece, cuando nos distingue de los dem&aacute;s pero no nos pone, en modo alguno, por encima de nadie.</p>

<p>Los puntos provienen de una carta que un joven Ant&oacute;n de 26 a&ntilde;os escribi&oacute; a su hermano Nikolai cuando &eacute;ste ten&iacute;a 28 y comenzaba a ganar fama como pintor en la capital rusa. Fechada en Mosc&uacute; en 1886, la misiva pretende ser una serie de consejos para un artista incipiente que, seg&uacute;n el modelo rom&aacute;ntico, se quejaba de que nadie lo entend&iacute;a. &ldquo;La gente te entiende perfectamente bien. Si t&uacute; no te entiendes a ti mismo, no es culpa de ellos&rdquo;, le escribi&oacute; entonces Ch&eacute;jov, en un tono recriminatorio, pero tambi&eacute;n totalmente l&uacute;cido y, lo m&aacute;s importante, coherente.<br />
Se trata, en suma, de un documento que vale la pena conocer y reflexionar, confrontar con nuestras propias actitudes y preguntarnos en qu&eacute; medida convertimos lo que sabemos en acciones que hacen bien a nuestro mundo ?nuestro peque&ntilde;o, &iacute;ntimo mundo.<br />
&nbsp;<br />
1. Respetan la personalidad humana y, por lo mismo, son siempre amables, gentiles, educados y dispuestos a ceder ante los otros. No hacen fila por un martillo o una pieza perdida de caucho indio. Si viven con alguien a quien no consideran favorable y lo dejan, no dicen &ldquo;nadie podr&iacute;a vivir contigo&rdquo;. Perdonan el ruido y la carne seca y fr&iacute;a y las ocurrencias y la presencia de extra&ntilde;os en sus hogares.<br />
2. Tienen simpat&iacute;a no s&oacute;lo por los mendigos y los gatos. Les duele el coraz&oacute;n por aquello que sus ojos no ven. Se levantan en la noche para ayudar a P. [&hellip;], para pagar la universidad de los hermanos y comprar ropa a su madre.<br />
3. Respetan la propiedad de otros y, en consecuencia, pagan sus deudas.<br />
4. Son sinceros y temen a la mentira como al fuego. No mienten incluso en peque&ntilde;as cosas. Una mentira significa insultar a quien escucha y ponerlo en una posici&oacute;n m&aacute;s baja a ojos de quien habla. No aparentan: se comportan en la calle como en su casa y no presumen ante sus camaradas m&aacute;s humildes. No son proclives a balbucear ni obligan la confidencia impertinente de los otros. Por respeto a los o&iacute;dos de otros, callan m&aacute;s frecuentemente de lo que hablan.<br />
5. No se menosprecian por despertar compasi&oacute;n. No tensan las cuerdas de los corazones de los dem&aacute;s para que los otros giman y hagan algo (o mucho) por ellos. No dicen &ldquo;Soy un incomprendido&rdquo; o &ldquo;Me he vuelto de segunda mano&rdquo; porque todo eso es perseguir un efecto simpl&oacute;n, es vulgar, rancio, falso&hellip;<br />
6. No tiene vanidad superflua. No se preocupan por esos falsos diamantes conocidos como celebridades, por estrechar la mano del ebrio P., por escuchar los arrebatos de un espectador extraviado en un espect&aacute;culo de im&aacute;genes, o ser reconocido en las tabernas. [&hellip;] Si ganan unos centavos, no se pavonean como si estos valieran cientos de rublos, y no alardean de poder entrar donde otros no son admitidos. [&hellip;] Los verdaderamente talentosos siempre se mantienen en las sombras entre la muchedumbre, tan lejos como sea posible del reconocimiento. Incluso Krylov* dijo que el barril vac&iacute;o da un eco m&aacute;s sonoro que el lleno.<br />
7. Si tienen un talento, lo respetan. Le sacrifican el descanso, las mujeres, el vino, la vanidad [&hellip;]. Se sienten orgullosos de su talento [&hellip;]. Adem&aacute;s, son fastidiosos.<br />
8. Desarrollan para s&iacute; la intuici&oacute;n est&eacute;tica. No pueden ir a dormir con la misma ropa, ven las grietas de las paredes llenas de insectos, respiran un mal aire, caminan en el piso reci&eacute;n escupido, cocinan sus alimentos sobre una estufa de aceite. Pretenden tanto como sea posible contener y ennoblecer el instinto sexual. [&hellip;] Lo que quieren en una mujer no es una compa&ntilde;era de cama. [&hellip;] No piden inteligencia ah&iacute; donde se manifiesta la mentira constante. Quieren, especialmente si son artistas, frescura, elegancia, humanidad, la capacidad de la maternidad. [&hellip;]. No tragan vodka a todas horas, d&iacute;a y noche, no huelen los armarios porque no son cerdos y saben que no lo son. Beben s&oacute;lo estando libres y en ocasi&oacute;n [&hellip;]. Porque ellos quieren mens sana in corpore sano [&ldquo;mente sana en cuerpo sano&rdquo;].<br />
Y as&iacute; sucesivamente. As&iacute; es como son las personas cultas. Para ser culto y no quedar atr&aacute;s, no es suficiente con haber le&iacute;do Los papeles del club Pickwick o haber memorizado el mon&oacute;logo de Fausto [&hellip;]. Lo que necesitas es trabajar constantemente, d&iacute;a y noche, leer constantemente, estudiar, voluntad [&hellip;]. Cada hora es preciosa para ti [&hellip;]. Ven con nosotros, tira la botella de vodka, descansa y lee&hellip; Turgenev, si quieres, a quien adem&aacute;s no has le&iacute;do.</p>

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