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Otto Morales, a cincuenta años de su asesinato

Otto Morales, a cincuenta años de su asesinato

Publicado: 21/07/2021

Otto Morales, a cincuenta años de su asesinato

<p><strong>Dedico estas l&iacute;neas a Otto Morales, de cuyo asesinato se cumplieron cincuenta a&ntilde;os ayer 16 de julio.</strong></p>

<p>Los que milit&aacute;bamos en el Movimiento Popular Dominicano &ndash;MPD- en aquel entonces, ten&iacute;amos como l&iacute;der principal a Maximiliano G&oacute;mez &ndash;El Moreno-, por un conjunto de razones y cualidades que lo hicieron merecedor del reconocimiento de sus compa&ntilde;eros.</p>

<p>Entre los m&aacute;s fervientes seguidores y m&aacute;s sinceros admiradores de El Moreno estaba Otto.</p>

<p>Pero sucedi&oacute; que Maximiliano fue apresado el 14 de enero de 1970, en marzo siguiente deportado, y cuando el partido parec&iacute;a quedarse sin un l&iacute;der, surgi&oacute; Otto, que r&aacute;pidamente se erigi&oacute; en el dirigente m&aacute;s destacado y reconocido por toda la militancia emepede&iacute;sta.</p>

<p>Hab&iacute;a que ver a aquel muchacho de veinte y tantos a&ntilde;os manejando los asuntos de la alta pol&iacute;tica de un partido que estaba envuelto en una lucha frontal contra un r&eacute;gimen tan violento y despiadado como el de los doce a&ntilde;os.</p>

<p>En medio de la persecuci&oacute;n en que viv&iacute;a, Otto dirig&iacute;a la alta pol&iacute;tica, estaba atento a los asuntos de la organizaci&oacute;n y con un amor de clase y una solidaridad propia de los hombres de su categor&iacute;a, se ocupaba de los problemas humanos y familiares de los dem&aacute;s.</p>

<p>El gobierno balaguerista estaba empe&ntilde;ado en la liquidaci&oacute;n a cualquier precio del MPD y en ese momento, Otto era la presa m&aacute;s codiciada.</p>

<p>Para esos d&iacute;as era yo el responsable de la organizaci&oacute;n en Puerto Plata y, de acuerdo con mi compa&ntilde;ero Miguel &Aacute;ngel Mu&ntilde;iz, por nuestra propia cuenta, al notar que el cerco en que se hallaba Otto se estrechaba, decidimos que yo viniera a la capital y le propusiera que se saliera de aqu&iacute; y se pasara un tiempo, a nuestro cuidado en Puerto Plata y en toda la regi&oacute;n norte, de la cual el compa&ntilde;ero Negro Pe&ntilde;a, por quien Otto sent&iacute;a una gran admiraci&oacute;n, era en esos d&iacute;as el principal responsable.</p>

<p>Vine a buscarte, Gorila, le dije, despu&eacute;s del cl&aacute;sico abrazo con que acostumbr&aacute;bamos saludarnos. Estuvo de acuerdo y quedamos en que el traslado se har&iacute;a en cosa de pocos d&iacute;as.</p>

<p>Pero la mano de los asesinos se interpuso y se llev&oacute; de encuentro a uno de los dirigentes m&aacute;s queridos y una de las mayores promesas del movimiento de izquierda dominicano. &iquest;C&oacute;mo no dedicarle unas l&iacute;neas, en sincero tributo a su memoria, en este cincuenta aniversario de su muerte? (<strong>Rafael Chaljub Mej&iacute;a)</strong></p>

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