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AMÍN ABEL O LA TERNURA DEL ACERO: MI HOMENAJE A LOS 51 AÑOS DE SU VIL ASESINATO

Por Narciso Isa Conde

Publicado: 28/09/2021

AMÍN ABEL O LA TERNURA DEL ACERO: MI HOMENAJE A LOS 51 AÑOS DE SU VIL ASESINATO

<h3>AM&Iacute;N ABEL O LA TERNURA DEL ACERO: MI HOMENAJE A LOS 51 A&Ntilde;OS DE SU VIL ASESINATO</h3>

<p><strong><a href="https://lh3.googleusercontent.com/-q9MOEySHaZU/YVGFocP5axI/AAAAAAAAEmY/z5IO6c0MQVYed68ribyD_A0VhGas3KHpACNcBGAsYHQ/image.png"><img alt="" src="https://lh3.googleusercontent.com/-q9MOEySHaZU/YVGFocP5axI/AAAAAAAAEmY/z5IO6c0MQVYed68ribyD_A0VhGas3KHpACNcBGAsYHQ/image.png" style="float:right; height:175px; width:320px" /></a></strong></p>

<p>El pasado viernes 24 de septiembre se cumplieron 51 a&ntilde;os del vil asesinado del inolvidable compa&ntilde;ero de lucha Am&iacute;n Abel Hasb&uacute;n.</p>

<p>Trayendo al presente algunas de las vivencias y valoraciones sobre las que escrib&iacute; hace 10 a&ntilde;os, he querido enriquecerlas y compartirlas, pensando en su valor para el hermoso y trascendente despertar de las nuevas generaciones y el enfrentamiento de los nuevos desaf&iacute;os.</p>

<p>Am&iacute;n fue acero y ternura desde el compromiso con la ciencia, la revoluci&oacute;n y la emancipaci&oacute;n de la humanidad.</p>

<p>Compromiso con la patria chica, con la patria grande y con la ejemplar pelea de sus ancestros palestinos.</p>

<p>Con el socialismo y el ideal comunista, y con sus utop&iacute;as como sue&ntilde;os realizables.</p>

<p>Compromiso desde un ser bondadoso y un talento excepcional, intensamente cultivado.</p>

<p>Tierno en la amistad y en su condici&oacute;n humana.</p>

<p>Recio en sus convicciones revolucionarias.</p>

<p>Modesto y austero en lo personal, e inmensamente pr&oacute;digo en el despliegue de audacia, arrojo y valor como ser social.</p>

<p><strong>&bull; En &ldquo;La SALLE&rdquo;</strong></p>

<p>Nos conocimos en la ni&ntilde;ez: en el quinto a&ntilde;o del Colegio &ldquo;La Salle&rdquo;.</p>

<p>Am&iacute;n era casi de mi edad: apenas me llevaba un mes.</p>

<p>Era el m&aacute;s peque&ntilde;o, el n&uacute;mero uno y el mejor estudiante del curso. El m&aacute;s integral de todos por el dominio sobresaliente de todas las disciplinas (incluido el dibujo, el ingl&eacute;s y el franc&eacute;s), extremadamente talentoso y con una capacidad de asimilaci&oacute;n impresionante.</p>

<p>Am&iacute;n era, adem&aacute;s, el alumno m&aacute;s querido por profesores y condisc&iacute;pulos. No recuerdo de nadie que hubiera tenido un pleito con &eacute;l. Desde su ni&ntilde;ez emanaba tranquilidad de esp&iacute;ritu, alegr&iacute;a apacible, camarader&iacute;a sincera y, sobretodo, capacidad de amar a los suyos y a los dem&aacute;s.</p>

<p>.<strong>&nbsp;Reencuentro en la lucha y en la UASD</strong></p>

<p>Compart&iacute; con &eacute;l en La Salle el mismo curso hasta graduarnos de bachilleres e ingresar a la Universidad de Santo Domingo a facultades distintas (Ingenier&iacute;a &eacute;l, Medicina yo), donde luego nos reencontramos m&aacute;s de cerca en los d&iacute;as de la joven Federaci&oacute;n de Estudiantes Dominicano (FED), del combate por la Autonom&iacute;a y el Fuero, del accionar de la Agrupaci&oacute;n Pol&iacute;tica 14 de Junio en el seno de nuestra sociedad y en la universidad, de las simpat&iacute;as por la naciente Revoluci&oacute;n Cubana, del peri&oacute;dico y del grupo estudiantil FRAGUA, de nuestra participaci&oacute;n en la direcci&oacute;n de la FED y de la primera oleada revolucionaria continental en la segunda mitad de siglo XX.</p>

<p>Am&iacute;n era tremendamente discreto. Ten&iacute;a magn&iacute;ficas condiciones de conspirador. En verdad, pese que ya entonces repudiamos la tiran&iacute;a trujilllista y admir&aacute;bamos secretamente la valent&iacute;a de nuestro profesor de literatura, Rafael Augusto S&aacute;nchez (asesinado en la c&aacute;rcel por Ramfis Trujillo y sus sabuesos, a ra&iacute;z del ajusticiamiento del tirano), no le conoc&iacute;a vocaci&oacute;n pol&iacute;tica mientras cursamos la secundaria.</p>

<p>Fue una grata sorpresa su irrupci&oacute;n p&uacute;blica en la militancia revolucionaria al inicio de la vida universitaria, destac&aacute;ndose como militante ejemplar del IJ4, &ldquo;cuadro&rdquo; de primera l&iacute;nea, estudiante &ldquo;Suma Cum Laude&rdquo; y dirigente del alto vuelo; siempre exhibiendo su espl&eacute;ndida modestia y su esp&iacute;ritu unitario, no muy comunes cuando comenzaron a desatarse las pasiones sectarias y las competencias inter-grupales.</p>

<p>En febrero de 1962 pas&eacute; a los filas del Partido Socialista Popular (PSP) impactado por las ideas de Marx, Engels y Lenin. Am&iacute;n permaneci&oacute; entonces en el 14 de junio. En la guerra de abril el PSP se transform&oacute; en Partido Comunista Dominicano (PCD).</p>

<p>Despu&eacute;s de la guerra, Am&iacute;n Abel se incorpor&oacute; al MPD y pese a las contradicciones existentes entonces entre ambas organizaciones, nunca sent&iacute; que ellas afectaran la amistad, el cari&ntilde;o y el respeto que nos ten&iacute;amos.</p>

<p><strong>&bull; Estudiar y luchar, revoluci&oacute;n nacional y reforma universitaria</strong></p>

<p>Am&iacute;n siempre fue as&iacute;: un ser humano sensible y generoso, un estudiante brillante, el primero de su promoci&oacute;n; y siempre fue un luchador ejemplar.</p>

<p>Encarn&oacute; aquella hermosa consigna: &iexcl;Estudiar y Luchar!, tan necesaria su reivindicaci&oacute;n en este periodo de lucha.</p>

<p>Milit&oacute; en grande en las ideas del Manifiesto de C&oacute;rdoba condensadas en la frase &ldquo;reforma universitaria y revoluci&oacute;n popular&rdquo;, tan imperiosa que es retomarla en estos tiempos de nuevas rebeld&iacute;as, luego de esta larga noche neoliberal y profusas claudicaciones de aquellos que se creyeron el cuento del &ldquo;fin de la historia&rdquo;.</p>

<p>El ejemplo de Am&iacute;n Abel, en tales circunstancias, es un legado maravilloso que hay que proyectar en el presente y hacia el futuro.</p>

<p><strong>Su libro</strong></p>

<p>Entre ese legado est&aacute; su libro &ldquo;AMERICA LATINA BUSCA SU CAMINO&rdquo; (466 aniversario de la UASD, Editora Universitaria); una obra que las nuevas generaciones deben estudiar y debatir.</p>

<p>A nivel continental se trata ahora de asumir el acervo cient&iacute;fico universal conectado a nuestra historia, a nuestras culturas, a nuestras formaciones sociales y a su evoluci&oacute;n, a las caracter&iacute;sticas de las imposiciones pol&iacute;ticas, a los impactos devastadores de la colonizaci&oacute;n, el neocolonialismo y la recolonizaci&oacute;n neoliberal sobre nuestras sociedades.</p>

<p><strong>&bull; Semillas que germinan</strong></p>

<p>Por eso, en tiempos de recientes efervescencia revolucionarias e irrupci&oacute;n de fuertes contingentes juveniles y pueblos empobrecidos a las nuevas luchas transformadoras de Nuestra Am&eacute;rica, especialmente en Chile, Honduras, Hait&iacute;, Bolivia, Brasil, Argentina, Per&uacute;, M&eacute;xico y Puerto Rico, he tenido muy presente a Am&iacute;n, a Asdr&uacute;bal Dom&iacute;nguez y a Orlando Mart&iacute;nez, en tanto se destacaron asumiendo en forma inseparable una reforma educativa de profundo calado social y transformaciones nacionales, continentales y mundiales de profundos contenidos libertarios y socialistas.</p>

<p>Un recuerdo del que s&oacute;lo puede brotar alegr&iacute;a al constatar, que por encima de las vicisitudes pasadas y presentes, a contrapelo de ellas, aquella siembra ha procreado nuevos valores.</p>

<p>Las semillas germinaron en espigas y flores decididas a tomar el cielo por asalto&hellip; por encima de los verdugos que todav&iacute;a insisten auspiciar privatizaciones, APPS, muros, l&aacute;tigos y represiones; y a contracorriente de aquellos empecinados en convertir la vida, la muerte, la salud, la educaci&oacute;n, el suelo, el subsuelo y el agua en crueles negocios.</p>

<p>Aquellas semillas han germinado por encima de gobernantes perfumados y lacayos -prestos a acompa&ntilde;ar invasiones para aplastar indignaciones- que si moment&aacute;neamente logran contenerlas, no hay manera de evitar que resuciten.</p>

<p>Am&iacute;n, que nunca parti&oacute;, convoca a las nuevas generaciones, en la medida de lo posible, a SER COMO &Eacute;L.</p>

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