Por Rafael Chaljub Mejía
Publicado: 22/08/2022
<h3>Digno de divulgarse</h3>
<p><strong>Por Rafael Chaljub Mejía </strong></p>
<p>Algunos se sorprenderán de que, ante tantos temas de trascendencia nacional, dedique la atención de estas líneas a algo que, aparentemente, concierne a la organización política en que milito.</p>
<p>Se trata de que el Partido Comunista del Trabajo ha decidido la fundación de su biblioteca política, la Biblioteca Nacional Miguel Ángel Muñiz Arias, que será inaugurada en breve tiempo.</p>
<p>Estamos ante un acto de audacia que merece divulgarse, porque tiende a desafiar la tendencia que gana cuerpo desde hace mucho en la gente, en los militantes de izquierda inclusive, de concentrarse en las trivialidades y los mensajes breves que les llegan por celular, mientras se alejan de la lectura y el estudio de las cosas fundamentales.</p>
<p>Hubo un tiempo ya lejano en que el movimiento de izquierda dominicano sentía pasión por el estudio del marxismo. A veces les rendía culto excesivo a los libros y muchos militantes se indigestaron, cayeron en el dogmatismo, en concebir los postulados de la teoría como recetas rígidas aplicables en todas las circunstancias.</p>
<p>Aun así, se aprendió bastante, se debatía y se teorizaba, llegó a formarse una buena cantidad de dirigentes versados en la teoría y una intelectualidad progresista, especialmente en torno a la UASD, preocupada por producir literatura revolucionaria y ponerse al día con las publicaciones que la intelectualidad de otros países producía.</p>
<p>Luego, el movimiento empezó a ser afectado por una actitud liberal y apática frente a la doctrina y, después de la desintegración del viejo campo socialista, cuando la burguesía internacional emplazó y descargó en lleno las baterías de su propaganda contra el marxismo, muchas voluntades se reblandecieron y son cada vez menos los que salen a defenderlo.</p>
<p>Entonces, en medio de esa confusión, aquí hay un hecho contundente. Una biblioteca, que convoca al estudio, a la vuelta a los clásicos y no solo a los clásicos del marxismo, sino a todas las variedades de la buena literatura, abierta a militantes y no militantes, a toda persona interesada en cultivar su inteligencia para servirle mejor a su país.</p>
<p>El patrimonio bibliográfico de la biblioteca parte de una donación de más de dos mil títulos que fueron atesorados y conservados por el camarada Miguel Ángel Muñiz Arias, que en uno de esos gestos de desprendimiento que lo han caracterizado a lo largo de su vida, los donó muy generosamente. Puede decirse que a todos los demás méritos que posee, hay que sumarle el de haber sido un provocador eficaz de la fundación de la biblioteca.</p>