Turno Libre

El PLD en busca de recuperar el rumbo

Miguel Ángel Cid Cid

Publicado: 04/06/2023

El PLD en busca de recuperar el rumbo

<p>Cuando Juan Bosch rompi&oacute; con el PRD en 1973 y fund&oacute; el PLD en ese mismo a&ntilde;o nunca imagin&oacute; que su nuevo partido se convertir&iacute;a en lo que es hoy.<br />
Aquellos fueron otros tiempos con sus propios problemas y circunstancias, con sus propias luchas y aspiraciones. Lo que ayer era bueno hoy es malo y viceversa. Ni siquiera el m&eacute;todo para ganar adeptos hoy es el mismo.</p>

<p>La percepci&oacute;n de que se estaba a un paso de tomar el poder se media seg&uacute;n la magnitud de las movilizaciones.</p>

<p>Juan Bosch, que hab&iacute;a estudiado con atenci&oacute;n el marxismo, ech&oacute; mano de la concepci&oacute;n de partido de Lenin y le imprimi&oacute; sus m&eacute;todos organizativos al PLD. Cre&oacute; una organizaci&oacute;n de cuadros, de militantes dedicados a tiempo completo a la misi&oacute;n del partido.</p>

<p>Pero lograr la conducci&oacute;n del pueblo al poder, movilizar a la gente en las calles o abarrotar una plaza no es suficiente para impactar la opini&oacute;n p&uacute;blica.</p>

<p>Era necesario dise&ntilde;ar la ruta de manera que pudiera ser monitoreada de principio a fin. La coordinaci&oacute;n designaba el lugar exacto donde estar&iacute;an marchando los militantes de cada</p>

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<p>Comit&eacute; Intermedio. Hab&iacute;a que garantizar llenar todos los espacios del &aacute;rea recorrida, mostrar una masa de gente compacta y ordenada.</p>

<p>Los huecos que pudieran quedar se llenaban con las banderas moradas de la estrella amarilla y mediante la captaci&oacute;n de im&aacute;genes que luego se maquillaban para la prensa.</p>

<p>Pero en esa &eacute;poca nadie hablaba de percepci&oacute;n. La gente en la calle y los cronistas pol&iacute;ticos analizaban qu&eacute; partido llev&oacute; m&aacute;s gente a su marcha.</p>

<p>El partido morado, en ese contexto, iba en coche y no paraba de crecer.</p>

<p><strong>Todo cambia, incluso la forma de medir</strong></p>

<p>Que el mundo cambi&oacute;, s&iacute;. Que las maneras de hacer las cosas cambiaron en la misma proporci&oacute;n, s&iacute;. Que las impresiones que comunican los sentidos pueden identificar por donde se orientar&aacute; su voto, s&iacute;.</p>

<p>En coherencia con la explicaci&oacute;n, hoy se realizan encuestas para saber c&oacute;mo est&aacute; la imagen electoral de los partidos pol&iacute;ticos en la mente de los votantes. Es decir, qu&eacute; piensa la gente sobre los diferentes candidatos.</p>

<p><strong>Lo anterior es lo que se conoce como percepci&oacute;n electoral.</strong></p>

<p>Luego del boom que produjeron las primeras encuestas pol&iacute;ticas publicadas cada partido aspiraba a tener sus propias mediciones. Pero eso solo arrojaba dudas a los resultados.</p>

<p>Entonces se desat&oacute; una ola de contrataci&oacute;n de encuestadoras especialistas en acomodar los n&uacute;meros de acuerdo a los intereses del contratante.</p>

<p>Es as&iacute; que cada empresa encuestadora &ndash;si quiere tener mucho trabajo&mdash;est&aacute; obligada a tener en su equipo un sastre que sea bueno encogiendo y soltando. Una vez entendido esto el n&uacute;mero de las empresas encuestadoras creci&oacute; como la verdolaga.</p>

<p>El PLD, ni tonto ni perezoso, guard&oacute; los m&eacute;todos en la vitrina donde la gente dejaba su cabeza para entrar a la asamblea del partido, como estable tan bien el cuento La mancha indeleble de Juan Bosch.</p>

<p>Sin aquellos m&eacute;todos se fueron a pique los principios y la &eacute;tica distintivos de los peledeistas. En eso trajeron a Odebrecht, la constructora de los sobornos, con ella lleg&oacute; Jo&atilde;o Santana, periodista brasileiro conocido como el mago de la percepci&oacute;n.</p>

<p>Pero resulta que el m&eacute;todo de Jo&atilde;o Santana es dif&iacute;cil, por no decir imposible de implementar por dos razones. Primera, el mago de la percepci&oacute;n est&aacute; preso en Brasil. Segunda, el presupuesto a invertir ser&iacute;a muy alto para un partido que est&aacute; fuera del gobierno.</p>

<p>Pero el partido morado y sus adversarios deben saber que la distancia entre la percepci&oacute;n electoral y la votaci&oacute;n es del cielo a la tierra. La primera se puede conseguir con recursos propagand&iacute;sticos y publicitarios, la segunda se logra con un trabajo de carpinter&iacute;a pol&iacute;tica que garantice un monitoreo voto a voto. Un trabajo minucioso, solapado y met&oacute;dico.</p>

<p>Las encuestas, por su lado, se ocupan de medir la percepci&oacute;n electoral. Los votos se cuentan en los colegios electorales el d&iacute;a de las elecciones. El PLD aparenta que desea regresar en busca de sus m&eacute;todos, pero todo indica que la vitrina donde los guard&oacute; la cambiaron de lugar.</p>

<p><strong>En consecuencia, ahora tiene que rehacerse para combinar los dos m&eacute;todos descritos.</strong></p>

<p>Pero el partido de Bosch pas&oacute; de ser un partido nuevo en Am&eacute;rica a convertirseen un partido tan viejo como el que quiso negar hace cincuenta a&ntilde;os. Reaprender parece imposible. Por ello luce que andan sin rumbo.</p>

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