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La derecha se come con yuca a la izquierda y el progresismo

La derecha se come con yuca a la izquierda y el progresismo

Publicado: 21/01/2024

La derecha se come con yuca a la izquierda y el progresismo

<p><strong><a name="_olk_signature">Por Fortune Modeste Valerio</a>&nbsp;</strong></p>

<p>Nadie se sorprende del grotesco espect&aacute;culo. Nos tienen acostumbrados, desde la ca&iacute;da de los azarosos doce a&ntilde;os, aquellos presididos por el doctor Joaqu&iacute;n Balaguer, al servicio de los Estados Unidos de Norteam&eacute;rica. Es que, por el momento, no han podido entender c&oacute;mo se puede aprovechar la etapa democr&aacute;tica del capitalismo sin caer en las garras de una derecha que se la sabe toda y de una lucha ideol&oacute;gica, despiadada e imperceptible.</p>

<p>De las cinco organizaciones pol&iacute;ticas reconocidas por la Junta Central Electoral (JCE) y que se consideran representantes del progresismo, casi todas, excepto el PPT, han pactado con la derecha. Dejando a un lado todo el trabajo y el esfuerzo unitario desplegados por ellos por alcanzar la unidad. Se crearon expectativas positivas y entusiastas en toda la sociedad, en especial en el &aacute;mbito revolucionario, democr&aacute;tico y popular, para morir en una orilla que huele mal y &ldquo;en la boca de todos&rdquo;.</p>

<p>Se produjeron varios intentos fallidos de unidad para salir corriendo en una competencia nunca vista en la vida pol&iacute;tica republicana hacia el polo pol&iacute;tico conservador y negociar acuerdos y pactos electorales que garantizaron beneficios personales y de grupos. El tiempo, intr&iacute;nsecamente ligado al espacio, es implacable y se encarga de esclarecerlo todo y colocar a cada quien en su lugar en el tablero electoral.</p>

<p>La falta de &eacute;tica pol&iacute;tica y moral ha dejado un hueco inmenso en la sociedad por donde caen sin ning&uacute;n tipo de verg&uuml;enza, aquellas organizaciones que dicen y acuerdan un asunto y por debajo de la mesa hacen otras contrarias. Este es un proceder muy frecuente que refleja la profunda inversi&oacute;n de valores en el quehacer de los dominicanos. De ah&iacute; que el respeto a la dignidad humana y la &eacute;tica hist&oacute;rica no se tomaron en cuenta al maldecir el proyecto unitario para dar entrada con bombos y platillos a los acuerdos y negocios con la derecha.</p>

<p>Ahora tenemos a una izquierda y un progresismo compitiendo sin el menor sonrojo con los dirigentes y militantes de la derecha por cargos p&uacute;blicos y privilegios estatales. No es un delito llegar con sumo cuidado a acuerdos y pactos pol&iacute;ticos con la derecha. La etapa democr&aacute;tica lo permite, siempre y cuando convengan a la Revoluci&oacute;n. Sin disfrazar con vacuencias las apetencias personales y de grupos.&nbsp;</p>

<p>El Estado es una de las mayores fuentes de riqueza del pa&iacute;s. Administrarlo se ha convertido en un objetivo deseado por los partidos pol&iacute;ticos para consolidar el poder de la clase dominante y enriquecerse bajo el amparo de la corrupci&oacute;n y la impunidad. En esta pugna entre ellos buscan afanosamente incorporar a la izquierda y el progresismo a sus maquinarias electorales para darle una visi&oacute;n aglutinadora y diferente a sus proyectos coyunturales.</p>

<p>Se desprenden la izquierda y los progresistas de sus proyectos electorales, unitarios e independientes, para sentarse en la mesa con sus verdugos, sin darse cuenta de que son el manjar principal de la comida. No van a confundir a nadie, menospreciando la capacidad pol&iacute;tica y de decencia de la poblaci&oacute;n, en cu&aacute;les son las reales intenciones cuando se acercan a la derecha. Cada d&iacute;a se cuestiona por sus vaivenes y t&aacute;cticas dilatorias, la credibilidad de la izquierda y el progresismo que terminan de brazos con el conservadurismo.</p>

<p>Apenas entramos en las elecciones municipales y todav&iacute;a nos faltan muchos por ver. La adicci&oacute;n a la derecha,&nbsp;<em>ah&iacute; hay melao</em>, sigue sin parar.&nbsp;&nbsp;Las candidaturas locales de la izquierda y los progresistas derivan de un acto, en algunos casos, precipitados, valientes para ocupar las boletas electorales. Llegan divididos a la fiesta municipal y electoral. Su electorado tendr&aacute; que hacer un doctorado en pactos, acuerdos y alianzas para saber por qui&eacute;n votar. La derecha impondr&aacute; en una guerra avisada su santa voluntad.</p>

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