Artículo de Rafael Chaljub Mejía
Publicado: 17/02/2024
<p>Artículo de Rafael Chaljub Mejía </p>
<p>Cuenta la leyenda bíblica que al enterarse del nacimiento del niño Jesús, el rey Herodes el Grande, se quedó confundido y por si algo le faltaba, acudieron a su palacio tres magos que desde el oriente habían llegado a Belén. La misma leyenda cuenta que los magos le dijeron al rey que en aquella comarca había nacido el rey de los judíos, el que vino a destronarte.</p>
<p>Admitamos que tres forasteros le dijeran cosa semejante en las mismas barbas al monarca, sigamos el hilo del relato y recordemos la brutal determinación que tomó Herodes: degollar a todos los niños de cuatro años abajo para liberarse así del temor de ser alguna vez sustituido de su cargo.</p>
<p>Herodes pasó a ser el símbolo de la crueldad contra los niños, hasta que más de veinte siglos después, apareció uno en Israel que vino a arrebatarle el triste honor.</p>
<p>Benjamín Herodes o Herodes Netanyahu ha emprendido una guerra en la cual, a bombazo vil y a punta de bala, mueren más niños que soldados en el frente.</p>
<p>Con el ataque del 7 de octubre, Hamás le brindó el pretexto que Israel y su primer ministro necesitaban para poner en movimiento la más sangrienta operación contra el pueblo palestino de Gaza, cuya extinción y la conquista y sometimiento de esa otra parte del territorio palestino, son los objetivos del sionismo israelí.</p>
<p>Una de las más poderosas y despiadadas maquinarias militares del presente ha sido puesta en movimiento y todo cuanto hay de honrado y digno en este mundo, ha tenido que ser testigo indignado de los bombardeos más demoledores de estos tiempos, y de los operativos de unas tropas adoctrinadas hasta el fanatismo.</p>
<p>Vi en televisión a un joven soldado israelí decir con la frialdad más espantosa que él dispara a todo palestino que se mueva porque en Gaza no hay inocentes.</p>
<p>Resultados, de los casi treinta mil muertos, más de la tercera parte son niños. Sin contar el trauma dejado para siempre en el espíritu de los infantes que logren sobrevivir a aquella carnicería.</p>
<p>El nuevo Herodes podrá ganar militarmente la guerra y, sobre un cementerio de niños, ostentar la ensangrentada corona que le ha arrebatado a su antecesor, pero él y la entidad sionista que representa, han quedado desenmascarados y manchados para siempre con sangre inocente.</p>
<p>Que dejen de seguir reivindicando el papel de víctimas y asuman el que les corresponde, el de verdugos.</p>