Venezuela y Haití

o estaríamos recibiendo el alud de informaciones negativas, a través de una verdadera guerra medi

Publicado: 30/07/2024

Si Venezuela fuera Haití no estaríamos recibiendo el alud de informaciones negativas, a través de  una verdadera guerra mediática, por los resultados de las elecciones celebradas el domingo 28 de julio, en las que resultó reelecto Nicolás Maduro.

Pero la nación de Simón Bolívar cuenta con yacimientos de petróleo, bauxita, hierro, diamante, níquel, manganeso, entre otros, que la convierten en un bocado, muy apetecible, para las grandes naciones capitalistas.

Durante décadas hemos visto todo tipo de atropellos contra la democracia de parte de los regímenes que han gobernado Haití.

Sin embargo, la comunidad internacional enmudece antes los mismos, permitiendo genocidios y todo tipo de tropelías contra el vecino pueblo. Conducta similar asume frente a los crímenes de lesa humanidad que comete Israel contra los  palestinos.

Con el régimen de Nicolás Maduro se puede disentir, y de hecho tenemos discrepancias. Pero no se puede negar que en su contra se ha tendido un bloqueo económico, político y diplomático.

No es un secreto que desde el exterior se patrocinan saboteadores, con grandes sumas de dólares,  que atentan no solo contra la economía, sino que asesinan a ciudadanos indefensos.

Solo hay que recordar que el gobierno británico, con subterfugios increíbles, retiene  31  toneladas de lingotes de oro valoradas en más de mil millones de dólares.

Hay interés de las grandes naciones en controlar la riqueza petrolera de Venezuela, que ha sido nacionalizada y manejada por el actual régimen, ya las grandes utilidades que genera esa industria no salen al exterior.

La comunidad internacional, que hoy objeta los resultados de las elecciones divulgados por las autoridades electorales de Venezuela, también debe dirigir sus ojos hacia el bloqueo que le tiene Estados Unidos, o exigirle a Gran Bretaña que le devuelva su oro.

La injerencia contra Venezuela tiene su raíz en que es un gobierno de signo contrario a los intereses de Estados Unidos que considera a América Latina como si fuera un estado más.

Si Venezuela fuera Haití, un país sumido en la más espantosa miseria, que no tiene los recursos naturales de la nación sudamericana, quizás hoy no fuera el foco de las grandes naciones capitalistas.