Turno Libre

El diputado del maletín

Oscar López Reyes

Publicado: 10/10/2024

El diputado del maletín

<p>En la capital -un s&aacute;bado por la ma&ntilde;ana- el diputado se desaboton&oacute; la apretada correa del pantal&oacute;n, se ech&oacute; hacia un lado su voluminosa barriga y emprendi&oacute; viaje hasta su pueblo, contando jubilosamente sus excesos en la comida y presagiando su pronta despedida del espacio terrenal. A la entrada municipal, vimos que detr&aacute;s de su yipeta nos escoltaban motoconchistas que ondeaban la bandera del partido del legislador, y a cada metro se sumaban m&aacute;s y m&aacute;s conductores de m&aacute;quinas de dos ruedas.</p>

<p>&nbsp;&ldquo;&iexcl;Esta es la primera demostraci&oacute;n de todo lo que t&uacute; vas a ver en las pr&oacute;ximas horas!&rdquo;, susurr&oacute; el diputado a su acompa&ntilde;ante periodista, como una advertencia para que no incurriera en el error de lanzar una candidatura legislativa, &ldquo;regalando libros y dictando charlas&rdquo;. Los motoristas flotaban el lienzo y segu&iacute;an la yipeta porque a cada uno de ellos les hac&iacute;a una rebaja sustancial en una estaci&oacute;n de gasolina propiedad del susodicho pol&iacute;tico.</p>

<p>Al poco rato, escuchamos vibrantes aplausos en una farmacia, donde pag&oacute; 92 mil pesos por conceptos de medicamentos entregados a miembros de su partido y a otros ciudadanos. A tres cuadras, entramos a una funeraria a liquidar una deuda de 81 mil pesos, contra&iacute;das a nombre del parlamentario por el velatorio de personas con carencias econ&oacute;micas.</p>

<p>El asamble&iacute;sta gordifl&oacute;n ten&iacute;a un equip&oacute; pol&iacute;tico que analizaba necesidades y requerimientos. A unos complac&iacute;an a medias y a otros en su totalidad. Sol&iacute;a salir de las sesiones en las c&aacute;maras legislativas para expresar -telef&oacute;nicamente- p&eacute;sames a familiares de expirados.</p>

<p>Despu&eacute;s del mediod&iacute;a acudimos a un restaurant, el de m&aacute;s categor&iacute;a de la ciudad. Gir&oacute; un cheque por 83 mil pesos, para cubrir almuerzos y cenas de miembros de su equipo y dirigentes de su organizaci&oacute;n, una oportunidad para tambi&eacute;n disfrutar deliciosamente de los manjares.</p>

<p>&ldquo;Soy diputado, volver&eacute; a repetir y luego ser&eacute; senador&rdquo;, apostill&oacute; y con elocuencia acentu&oacute; que su competidor a la c&aacute;mara baja quer&iacute;a desplazarlo dando textos y ofreciendo datos hist&oacute;ricos. &ldquo;&iexcl;Ja, ja, ja!&rdquo; Y a seguidas profetiz&oacute; que a&ntilde;os despu&eacute;s pasar&aacute; a los brazos del Se&ntilde;or. Reconoc&iacute;a, rebosante de humor, que no les hac&iacute;a caso a la hipertensi&oacute;n, a la diabetes, al colesterol ni a otros achaques.</p>

<p>&ldquo;Si t&uacute; aspiras, te dar&aacute;n una paliza, porque vas a querer llegar regalando libros y dictando conferencias. No tienes madera para alcanzar una curul; no pierdas tu tiempo, y te lo digo porque te aprecio y respeto&rdquo;, reiter&oacute;.&nbsp; Nos invit&oacute; a su comunidad para que vi&eacute;ramos c&oacute;mo es que se triunfa en una elecci&oacute;n provincial.</p>

<p>A su lado, en el asiento delantero de su autom&oacute;vil, en el camino de regreso por una conocida autopista, tuvimos la confianza de preguntarle, en un lenguaje adornado, c&oacute;mo cubr&iacute;a los gastos, que en un mes ascendieron a m&aacute;s de 250 mil pesos -sin otros operativos- cuando -a principios del siglo XXI- un diputado devengaba 50 mil pesos.</p>

<p>Nos respondi&oacute; que en su campa&ntilde;a pol&iacute;tica invert&iacute;a las ganancias que obten&iacute;a de cerca de una docena de negocios, entre ellos numerosas bancas de n&uacute;meros, dos estaciones de combustibles, tres dealers, un centro mayorista de maderas, una tienda de ventas de armas de fuego y una oficina de legalizaci&oacute;n de documentos.</p>

<p>En ning&uacute;n momento refiri&oacute; el sueldo fijo que percib&iacute;a, como tampoco los ingresos por vi&aacute;ticos por sesi&oacute;n en el Pleno, vales por despensas, cupones de alimentos, los gastos de representaci&oacute;n, de comida y bebidas; seguros m&eacute;dicos, colectivo de vida y funerarios; los cobros por sesiones en las comisiones de trabajo (muchas veces sin asistir), transporte, hoteles, celulares y combustibles. Descuellan el otorgamiento de dos exoneraciones abiertas para la importaci&oacute;n de veh&iacute;culos (generalmente son vendidas) durante el per&iacute;odo legislativo de dos a&ntilde;os y los beneficios del Instituto de Previsi&oacute;n Social del Congresista y el Fondo de Gesti&oacute;n Social (&ldquo;Barrilito&rdquo;), cuya transparencia ha estado en cuestionamiento.</p>

<p>Tres periodistas se acomodaron en la yipeta: Frank Pe&ntilde;a Tapia (E.P.D.), Jos&eacute; Alberto S&aacute;nchez (Sanchito, E.P.D.) y Jos&eacute; Bujosa Mieses. Cuando nos despidi&oacute; en la casa nacional del Colegio Dominicano de Periodistas (CDP), dos de ellos, que trabajaron en la C&aacute;mara de Diputados, comentaron que los m&aacute;s abultados ingresos de nuestro anfitri&oacute;n proven&iacute;an de los contratos para aprobar u obstaculizar proyectos de leyes. Era el muy sonado y desconocido diputado del malet&iacute;n, que &ldquo;billeteaba&rdquo; a una red de diputados y senadores.</p>

<p>&iexcl;Oh, Dios m&iacute;o!, &iquest;ser&aacute; verdad que los emolumentos tambi&eacute;n sal&iacute;an de la falsificaci&oacute;n de documentos inmobiliarios? Incr&eacute;dulos contactamos al titular de la Direcci&oacute;n de Registro de T&iacute;tulos, que confirm&oacute; que, por ese delito, hab&iacute;a sido sometido a la Justicia varias veces.</p>

<p>El pintoresco personaje obr&oacute; como un or&aacute;culo: acert&oacute; cuando predijo que iba a repetir como diputado, a ser senador y a trotar hacia el infinito pocos a&ntilde;os despu&eacute;s. Su extinci&oacute;n f&iacute;sica fue rese&ntilde;ada por los diarios. Pero, no profetiz&oacute; que ser&iacute;a reencarnado, con facetas m&aacute;s extendidas, por futuros colegas (pertenecientes a diferentes partidos), que ser&iacute;an involucrados por el Ministerio P&uacute;blico en actividades il&iacute;citas, como consta en los medios de comunicaci&oacute;n.</p>

<p>El presidente Luis Rodolfo Abinader Corona est&aacute; planteando la reducci&oacute;n de la matr&iacute;cula de la C&aacute;mara de Diputados de 190 a 138 (53 esca&ntilde;os menos), que estimamos representar&iacute;a un ahorro de m&aacute;s de 500 millones de pesos mensuales. En vez de montar oposici&oacute;n, tienen que reaccionar en la cacerola de la conformidad, por la brevedad de la proposici&oacute;n presidencial, y ponderar la aprobaci&oacute;n de otras reformas.</p>

<p>La Rep&uacute;blica Dominicana salta como uno de los pa&iacute;ses con m&aacute;s parlamentarios per c&aacute;pita, que les salen altamente dispendiosos. Se calcula que representan un gasto de unos 25 millones de pesos diarios, emanados de los recaudos de los impuestos de los ciudadanos.&nbsp;&nbsp;</p>

<p>Con las manos sueltas, los congresistas legislan para provecho propio, quebrantando la Constituci&oacute;n. Proceden como chivos sin ley, sin el m&aacute;s m&iacute;nimo control de los partidos pol&iacute;ticos. &iquest;Por qu&eacute; a ellos estas instancias no les trazan l&iacute;neas ni les reclaman la rendici&oacute;n de cuentas? &iquest;por qu&eacute; no auspician el establecimiento de requisitos m&iacute;nimos para los candidatos, como los &eacute;tico-morales y formativos? &iquest;est&aacute;n los intereses de los diputados por encima de los de los electores y las organizaciones que los postulan?</p>

<p>Los nuevos congresistas que, hermoseados de honradez, ganaron con el pa&ntilde;uelo de la dignidad, est&aacute;n compelidos a marcar la diferencia con aquellos esperpentos que averg&uuml;enzan hasta las butacas en las cuales posan sus ancas. Y ahora que la Presidencia y el Ministerio de Obras P&uacute;blicas no llenan los bolsillos a legisladores de los maletines, se esboza la &ldquo;opportunity&rdquo; para sancionar reglas jur&iacute;dicas por la colectividad, y no por utilidades mercuriales!</p>

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