Reportaje Airbnb necesita regulación urgente y sistematización en la calidad de alojamientos
Publicado: 15/10/2024
<p>Las nuevas economías globalizadas han cambiado las formas de vida de la gente en múltiples direcciones, y la manera en que se vive y conoce las ciudades no es la excepción. En ese sentido, las plataformas tecnológicas utilizadas cotidianamente en nuestras ciudades, tiene un gran impacto, no solo económico, sino también en la forma de relacionarse.</p>
<p>Los Airbnb, por ejemplo, han devenido en una de esas plataformas que en República Dominicana representan aproximadamente el 60 por ciento de la oferta habitacional como alternativa de hospedaje de renta corta que crece aceleradamente, aunque sin ningún tipo de regulación hasta el momento.</p>
<p>Las estadísticas del Ministerio de Turismo correspondientes al año 2023 son reveladoras. El registro alcanzado fue de unas 42,976 propiedades, y unas 104, 437 habitaciones de las cuales estaban ocupadas un 32 por ciento.</p>
<p>En tanto el Consejo de Fomento Turístico en sus publicaciones da cuenta de que la oferta de habitaciones hoteleras en el país se ubica en 83 mil unidades, casi 10 mil menos que las 93 mil disponibles en las plataformas de alquiler de corto plazo.</p>
<p>Asimismo, la Asociación de Hoteles y Turismo de República Dominicana (ASONAHORES), al cierre del año pasado arroja como dato sobre la oferta habitacional a nivel nacional, 437 hoteles y 87,723 habitaciones. Si se compara con la oferta de los Airbnb, esta última supera la ocupación hotelera en porcentajes considerables.</p>
<p>Pero ¿cuántos recursos movilizan los Airbnb en República dominicana?</p>
<p>El rápido crecimiento de la oferta habitacional en las plataformas de alquileres plantea un hecho cierto, y es que los hoteles deben coexistir con establecimientos de renta corta, que pueden ser reservados y pagados por la vía digital.</p>
<p>De igual manera, es evidente la rentabilidad del sector inmobiliario en República Dominicana, tal y como lo establecen las cifras del Banco Central que colocan en 621.1 millones de dólares la inversión extranjera directa en ese sector. Igualmente hay montos estimados por AirDNA, una herramienta de análisis que recopila datos de millones de propiedades en plataformas como Airbnb. Los datos del portal estiman en 27 millones de dólares en los últimos 12 meses, lo recaudado en habitaciones de renta corta en el país.</p>
<p>Según datos del Ministerio de Turismo, el desglose de ocupaciones por provincia deja más clara la situación. A saber: Puerto Plata cuenta con la mayor cantidad de propiedades a nivel nacional, lo que representa un 19.2 por ciento, seguida de La Altagracia con 16.7 por ciento, lo que representa entre ambas provincias, más de un tercio de la oferta total.</p>
<p>“En el último año, en La Altagracia los Airbnb habrían generado montos que superan los 2.2 millones de dólares. Con una tasa de ocupación que ronda el 41 por ciento, más 5 mil 301 nuevas habitaciones en el citado período, la provincia representa una tarifa diaria promedio de 18 mil 700 dólares. Los ingresos anuales de Puerto Plata rondan alrededor de 1.5 millones de dólares”.</p>
<p>No obstante, de acuerdo con estimaciones de AirDNA, el destino con mayores ingresos reportados en el último año es La Romana, que supera los 5.2 millones de dólares. Hay otros destinos Airbnb que resultan muy rentables en los últimos tiempos, tal es el caso de Samaná, que ha logrado ingresos anuales de 1.6 millones, lo que la coloca en el tercer lugar de mayores ocupaciones, seguido por el Distrito Nacional, en donde se reportan 644 mil dólares, lo que representa un aumento del 22 por ciento en comparación con el año anterior.</p>
<p>Sin embargo, esas cifras no dejan de ser una preocupación para el sector, pues el propio ministro de Turismo, David Collado, refería la necesidad de regulación de esas ocupaciones, y aunque no hizo énfasis en la parte fiscal, para lo que está imposibilitada esa entidad, pues corresponde a la Dirección General de Impuestos Internos (DGII), sí procuran regularizar algunos parámetros por parte de esa plataforma sobre seguridad y salubridad para los turistas.</p>
<p>Pero, además, Collado, afirmó que en febrero de este año se firmaría un acuerdo para la regulación de dicha plataforma. Más aún, dijo que el (Mitur) ya tenía redactado el documento del acuerdo que estaba siendo revisado por Asonahores.</p>
<p>Mientras, el presidente de esa entidad, David Llibre, resaltó que se seguirá insistiendo en la regulación de las plataformas digitales, pues “su fiscalización es una necesidad para brindar seguridad a los visitantes no residentes y lograr la sostenibilidad del sector de viajes”.</p>
<p>El propio director de Asuntos Públicos para Centroamérica y el Caribe de Airbnb, Carlos Muñoz, en visita reciente al país aseguró que desde ese grupo empresarial se sostenían reuniones con Turismo, Hacienda y la DGIII. Hasta el momento todo ha quedado en intención.</p>
<p>Mientras, no se logra el consenso entre quienes tienen la responsabilidad de regular el uso de la plataforma, algunos empresarios de la industria hotelera entienden que se trata de uno de los retos que enfrenta el turismo en el país, pues su vertiginoso crecimiento toma cada vez más fuerza, “generando una competencia desleal al hospedaje hotelero convencional, amenazando con lastrar la calidad de la oferta turística en el país”.</p>
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<p>Al menos, es lo expresado por el presidente de Meliá Hotel Internacional, Gabriel Escarrer, quien entiende que “para lograr la tan esperada regularización, hace falta un proyecto de ley que vaya de la mano con el ajuste de la cantidad real de la oferta con que cuenta el referido segmento en el país frente a la capacidad del alojamiento hotelero”.</p>
<p>Está convencido de que “inmediatamente se realice el proyecto de ley, el paso a seguir seria planificar el porcentaje de las plataformas de alquiler, determinar cuánto puede soportar RD en comparación con la oferta hotelera y posteriormente exigir el pago de impuestos, pues los alquileres para fines turísticos son un modelo para estar, pero lo que no se puede permitir es que sea superior a la capacidad de alojamiento hotelero del país”.</p>
<p>Lo cierto es que luego de muchas promesas y pronunciamientos, Airbnb sigue en “conversaciones con Mitur, Hacienda y DGIII sin que se llegue a acuerdos para regular los alquileres de renta corta, un sector que en enero de este año acogió a más del 99.7 por ciento de los turistas no residentes que visitaron el país, según cifras del Banco Central dominicano.</p>
<p>Y ciertamente, pensar hace dos décadas en reservar una habitación, suponía sumergirse en los portales web de los hoteles o lugares de alojamiento hasta encontrar un lugar que se adaptase a nuestros requerimientos.</p>
<p>En la actualidad, conseguir un lugar en cualquier lugar del mundo para estancias cortas está a un clic de distancia, a través de una de las plataformas más utilizadas por los viajeros para esos servicios, como la de los denominados Airbnb.</p>
<p>Sin embargo, sería interesante preguntarse el impacto que tienen esas plataformas tecnológicas utilizadas cotidianamente en nuestras ciudades, pues esa solución innovadora de los últimos tiempos también ha sido motivo de discordia y no han estado exentas de controversias, sobre todo porque las reglas para su operación no han sido del todo claras.</p>
<p>Temas contrapuestos en debate público, como la fiscalización, el aumento de los precios de los alquileres, el acceso a habitaciones asequibles, reactivación de economías locales entre otros aspectos, deben ser parte de las revisiones necesarias por las implicaciones que tienen esos emprendimientos de la era millennials en las ciudades, de las que República Dominicana no está exenta.</p>