La ginecóloga y activista por los derechos de las mujeres Lilliam Fondeur advirtió que es imposible reducir la pobreza sin una estrategia a mediano y largo plazo que priorice la educación sexual y el acceso masivo a anticonceptivos para personas de escasos recursos.
Publicado: 16/10/2014
<p><strong>Santo Domingo,</strong></p>
<p>La ginecóloga y activista por los derechos de las mujeres Lilliam Fondeur advirtió que es imposible reducir la pobreza sin una estrategia a mediano y largo plazo que priorice la educación sexual y el acceso masivo a anticonceptivos para personas de escasos recursos.</p>
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Fondeur reivindicó los derechos sexuales y derechos reproductivos de las mujeres de escasos recursos al defender que es una también una prerrogativa de éstas decidir sobre sus propios cuerpos y tener acceso a anticonceptivos a precios asequibles.<br />
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Según denunció ante la comunidad médica, la negación de estos derechos ocasiona cada año cerca del 20% de la mortalidad materna, debido a los abortos clandestinos.<br />
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La declaración se produjo durante el panel “El aborto, su impacto social e intervenciones para su prevención”, durante la I Feria de Educación y Promoción de la Salud Sexual y Reproductiva, que se celebra en la Universidad Autónoma de Santo Domingo.<br />
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“Las mujeres pobres son también sujetas de derecho, el Estado, con todos los gobiernos que hemos tenido les niega la educación sexual efectiva, les impide el acceso a los métodos anticonceptivos con menor efectos indeseados, haciéndolos inasequible a sus bolsillo y penaliza el aborto. ¿No será está una forma de reducir la pobreza?”, exclamó la activista.<br />
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Fondeur explicó que los abortos inseguros se deben a que las leyes penalizan la interrupción del embarazo en todos los casos, sin importar si el feto ha sido producto de una violación, o incesto.<br />
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El poder de decidir –explicó- es una de las más poderosas conquistas de las mujeres; tener el derecho de elegir es una expresión de libertad que al mismo tiempo implica responsabilidad, toma de conciencia y ruptura de mitos.<br />
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La doctora Fondeur lamentó que el Estado priorice el feto por encima de la vida de las mujeres.<br />
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“El cuerpo de la mujeres es música, cuando una mujer nos abraza, nos acaricia o nos besa, toca con su arpa las fibras de nuestra alma. Cuando le quitamos el derecho a las mujeres a planificar sus embarazos, le quitamos música a la vida: esperanza a la humanidad. Cuando una mujer muere por aborto inseguro, la esperanza de la Humanidad se apaga”.<br />
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Citó el caso de “Esperancita”, una niña embarazada de 16 años y con leucemia, que falleció porque las autoridades se negaron a ofrecerle tratamiento oportuno que podría haber salvado su vida. Alegaban que el tratamiento podría matar al feto.<br />
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“Pero tristemente, como era de esperarse en un caso tan delicado, al final ninguno sobrevivió”, recordó.<br />
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La activista considera que la legislación vigente afecta sobre todo a las mujeres de escasos recursos, porque en primer lugar no tienen acceso a educación sexual; no pueden adquirir anticonceptivos en las boticas populares y nuestra legislación penaliza la interrupción del embarazo.<br />
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La doctora Fondeur compartió panel con los expertos Denise Paiewonsky y Oliver Ramírez. La moderación estuvo a cargo de José Mordán, en el Paraninfo de la Escuela de Medicina.</p>