SITUACION NACIONAL

La crisis internacional continuará impactando negativamente a la economía dominicana, tanto en la entrada de capital extranjero, como en el intercambio comercial de bienes y servicios.

Publicado: 15/03/2014

SITUACION NACIONAL

 

La crisis internacional continuará impactando negativamente  a la economía dominicana, tanto en la entrada de capital extranjero, como en el intercambio comercial de bienes y servicios.

República Dominicana atraviesa por una crisis integral estructural con tendencia a la profundización,  que  ha sido impactada por la crisis económica internacional,  y cuyas principales características son las siguientes:

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<li>La producción nacional, que se encuentra en una desaceleración pronunciada al disminuir el PIB de 7.5 % en el 2010  a un 4.1% en el 2013, según cifras oficiales, con caída en 3 años de 3.4%;  el Banco Central  proyecta para el 2014 un crecimiento de  5%,  muy por debajo al  del  2010.</li>
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Los sectores productivos de bienes tuvieron un bajo crecimiento en el 2013 (agropecuaria e industria), lo que se está dando hace más de 30 años, como consecuencia del predominio del modelo neoliberal productor de servicios.

 

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<li>Las inversiones de capital nacional y extranjero se han caído en los dos últimos años, tanto en la producción de bienes industriales (en más de un 20%) y en construcciones turísticas, entre otras;  en la agropecuaria ha habido una mejoría de $5,000 millones en el 2012 a RD$ 31,500 millones en el 2013, pero por debajo de los más de 40  mil millones que demanda anualmente el sector.</li>
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<li>El gobierno de Danilo Medina continúa desarrollando el modelo económico productor de servicios, vigente desde los años 80, dominado por el capital extranjero, que discrimina la producción nacional de bienes (apenas un 33% del PIB), y que pone en peligro la soberanía alimentaria del país, que crea empleos baratos e insuficientes y concentra las riquezas; origina exclusión social, repatria grandes ganancias de capitales y succiona el ahorro nacional,  no supera la pobreza  ni el atraso nacional. Ese modelo económico está agotado y hay que cambiarlo ya.</li>
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“En el 2011 la pobreza era de 42.2% de la población y  el 20.3% era indigente, y en el 2012  apenas se redujo al 41.2% y la indigencia fue de 20.9%”, según informe de la CEPAL  Aumenta la producción nacional, pero no se reduce la pobreza, ni tampoco el desempleo.

Según informaciones oficiales,  “de  1995 al 2012 el PIB aumentó de US$ 15,000 millones a US$58,955 millones, se incrementó 4 veces, pero empeoró la distribución del ingreso  al pasar el coeficiente de Gini de 0.50 a 0.52” (mientras más se acerca a  uno -1-,  peor es la distribución).  En ese período gobernaron el PLD y el PRD y poco hicieron para cambiar esta situación de injusticia.

Danilo Medina prometió a través del Secretario  Administrativo de la Presidencia  “que en el 2014 le dará un impulso al desarrollo del modelo económico,  fortaleciendo las inversiones productivas y sociales,”  o sea,  persiste en fortalecer  un modelo económico fracasado.

 

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<li>El desempleo no disminuye,  y en este año se ha avanzado poco en este sentido,  puesto que el lento crecimiento de un 4.1% no produce los empleos suficientes para una demanda  anual de  unos 100,000,  de los   jóvenes que se adicionan  al mercado de trabajo. “La tasa de desocupación ampliada pasó en el 2012 de 14.3 a 15% en el 2013, y le de desocupación abierta pasó de  5.9 a 7”,  según informaciones del Banco Central y de la OIT, pero se sitúa en 28% en los jóvenes y en 30% en las mujeres, y es mayor en la zona rural que la urbana.</li>
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     De ldos 3.5 millones de trabajadores,  el 56% está en el sector informal,

     con ingresos de subsistencia y sin superar la pobreza.       

Los cien mil nuevos empleos anuales  prometidos por  Danilo Medina no aparecerán en este año . Entre 65,000 a 70,000 empleos se crearán en el 2013.

 

Tengamos presente que la   rigidez estructural  del modelo económico neoliberal productor de servicios  impide la superación del desempleo  e induce a la creación de empleos informales  y al  aumento de la pobreza.

 

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<li>La pésima distribución del ingreso nacional,  considerada como una  de las peores de América Latina y el mundo,  que crea  pobreza,  inequidad y exclusión social. Según la Comisión Económica para América Latina de la ONU (CEPAL), en la última medición de la distribución de las riquezas en el país,  se comprobó  “que el 20% de los más pobres  (último quintil o grupo social) recibe anualmente el 4% de los ingresos  y el 20% de los más ricos (primer grupo social o quintil) recibe el 47%”,  o sea,  es más de once veces más rico que el primer grupo.</li>
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De manera pues, que el problema económico- social dominicano no está en la producción,  “la cual creció a una tasa promedio  anual de 5.4%  del 1950 al 2012” (Temístocles Montás, Diario Libre, 8 de enero del 2014); por lo tanto,  el mal radica  en la mala distribución o reparto de las riquezas producidas, que se obtiene  con los recursos y esfuerzos de todos(as) los(as) dominicanos(as). 

Todo parece indicar que  el reparto desigual del ingreso nacional  no lo cambiará  los gobiernos de los tres partidos tradicionales y sus aliados,  que han gobernado y  controlan el país,  y creemos que Danilo Medina por motivos estructurales e ideopolíticos no hará mucho para variar esa situación de inequidad.

 

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<li>La alta concentración de las riquezas señalada  y con tendencia a profundizarse y sin solución real,  tiene sus causas en:</li>
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<li>El  60 % del capital empresarial  pertenece  al 2% del empresariado nacional,  que  produce el 72% del PIB, mientras que el 40% del mismo y el 28% de la producción son del 98% de las micro, pequeñas y medianas empresas, que a su vez generan el 60% de los empleos productivos.</li>
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<li>La Carga Tributaria  (el porcentaje de la producción nacional destinada al funcionamiento del Estado y al sostenimiento de sus administraciones, burocracias o gobiernos) continúa siendo insuficiente ( 15% del PIB) y desigual,  ya que “ el 54% de las recaudaciones de la DGII en el 2013 fue  de impuestos indirectos y el 19.2% correspondió  a los aranceles” (artículo de Mayelín Acosta Guzmán, Periódico Hoy, 11/1/2014, pág. 4A),  y éstos  se transfieren al consumo, convirtiéndose en indirectos.</li>
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 Las  10 últimas reformas fiscales efectuadas  del 2000-2012 no modificaron  la composición tributaria regresiva,  por la oposición de la clase política tradicional, de sus gobiernos y  legisladores, que están  a su servicio.

 

 

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<li>Los empleos creados anualmente por el aparato productivo nacional y por el modelo económico que lo sustenta no son suficientes y no alcanzan para los 100 mil jóvenes que se suman todos los años al mercado de trabajo,  y son ocupaciones de baja calidad y pobremente remuneradas.</li>
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 Los salarios pagados a los casi dos millones de trabajadores  formales son miserables, y estadísticas  de la Tesorería de la Seguridad Social (TSS) señalan que el “75%  de los cotizantes al régimen previsional contributivo percibe menos de $15,000 pesos mensuales, y el 85% menos de 25,000 pesos,” y el salario mínimo promedio (hay  17 salarios mínimos) que es alrededor  de 6,000 pesos mensuales, cubre apenas el 20% del costo de la canasta familiar,  que se estima entre  27,000 a 30,000 pesos, por ubicación geográfica (gran Santo Domingo y provincias).

 

Casi 2 millones de trabajadores informales (56% de los trabajadores) reciben ingresos mensuales por debajo de 10,000 pesos, cantidad considerada de subsistencia; además, no tienen   ningún tipo de protección social.

 

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<li>Los precios de los bienes y servicios que forman la canasta familiar, sobre todo el pequeño grupo de ellos que constituye la canasta básica de los pobres e indigentes, aumentan mucho más  rápido que los incrementos salariales,  y como consecuencia de esto el salario mínimo real se ha reducido en más de un 35% en los últimos 10 años, haciendo más pobres a los trabajadores y sus familias,  y  peor aún,  hasta ahora la práctica ha sido que si se aumenta un porcentaje a los salarios,  entonces  los precios aumentan  más del doble.</li>
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<li>La inversión social (gasto social) es muy baja en el país  al no pasar del 8% del PIB,  por debajo de la media de América Latina,  y a eso se debe  la poca cobertura y calidad de los servicios públicos, que tienden a deteriorarse, con excepción de la mejoría  de la inversión del 4% en educación a partir del 2013.</li>
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<li>La alta corrupción pública, estimada en un 30% del presupuesto nacional,  que representa del 2012-2013 el desvío para uso personales de  unos RD$ 250 mil millones,  a pesar de las medidas de  controles aplicadas por el presente gobierno de Danilo Medina, que han  contribuido a disminuir el déficit público de un 8% en el 2012 a un 2.77% en el 2013.</li>
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En todos los estudios y mediciones internacionales, la República Dominicana aparece  como uno de los países   de mayor corrupción del mundo.

En el gobierno de Danilo Medina y del PLD  no existe voluntad ni fuerza política, ni tampoco institucional para superar la corrupción pública y privada,  que obstaculiza   el aumento del  gasto social, de las inversiones públicas,  la disminución del desempleo  y de la  pobreza.

 

 

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<li>La creciente deuda pública, que representa  “el 46% del PIB del 2013,”  a la cual se le agregó según el ministro de Hacienda  en ese año un total de  RD$145,117.1 millones,  y que nos obligará  a  pagar en el 2014 por capital e intereses   171 mil millones  de pesos  (el 28% del presupuesto) y  “el 45.3% del total de ingresos tributarios,  que limita la capacidad del  Estado  de realizar políticas públicas de desarrollo y redistribución del ingreso,”  (ver el estudio Sostenibilidad Fiscal y  Endeudamiento Público para el foro  Página Abierta, de los técnicos del BC Harold Vásquez Ruiz y Rafael Rivas).</li>
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Más de  27,000 millones de dólares  debe  el país, según el Ministerio de Hacienda, pero algunos economistas y el CREES  ( del Cibao ) la sitúan en 31 mil millones de dólares ( el  50% del PIB proyectado al 2014).

 

Danilo Medina le sumó más  de 5 mil millones de dólares  (entre recibidos y contratados)  a la deuda pública en los 16 meses que lleva gobernando.

 

La deuda pública es un poderoso  freno  para superar la pobreza y el atraso, y el gobierno del PLD está convencido de que es manejable y que todavía  no ha llegado a su límite. Además, muchos  peledeistas  creen  que el crecimiento económico se puede sostener con endeudamiento  externo, el cual  ha demostrado ser insostenible, tal y como  lo cree el ministro de Economía,  Planificación y Desarrollo

 

al señalar que: “el desarrollo no nos lo traerán de fuera, tenemos que financiarlo nosotros,” (Diario Libre, 8 de enero 2014, pág. 18).     

 

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<li>Los altos subsidios al sector eléctrico y a grandes empresas y sindicatos,  que suman unos  120 mil millones de pesos al año (el 20% del presupuesto 2014 y un 25% de los ingresos corrientes del gobierno).</li>
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Para mantener los apagones y las altas tarifas eléctricas se otorgaron en subsidios este año más de 1,200 millones de dólares al sector eléctrico,  y US$7,500 millones en los últimos cinco años.  Este es un barril sin fondo y un mal al parecer incurable.

 

Con la reducción de por lo menos el 50% de los subsidios se habría evitado la reforma fiscal (Ley 253-12) aplicada en diciembre/2012,  y que aumentó anualmente  unos 60 mil millones de pesos de nuevos impuestos, cargados principalmente  a los trabajadores y clase media,  empobreciéndolos más.

 

La crisis eléctrica, que  lleva   más de 45 años sin solución, y que es financiada  con insostenibles transferencias de recursos públicos,  que  se podrían destinar a reducir la pobreza, se puede catalogar como  la peor estafa fraguada desde 1968 a la fecha  por los grupos dominantes: económicos, nacionales y extranjeros y políticos tradicionales gobernantes, contra República Dominicana desde su fundación,  y que se proyecta como una constante amenaza a su independencia,  soberanía y desarrollo.

 

El gobierno de Danilo Medina no tiene voluntad política para eliminar o reducir los subsidios porque afectaría  a los generadores de electricidad y a grandes empresas, entre ellas a la Barrick Gold   y  muchas otras beneficiadas.

 

Si eliminamos los subsidios y la corrupción pública se podría aumentar considerablemente la cobertura y calidad de los servicios públicos, incrementándole al gasto social más de  10% del PIB.

 

 También  se otorgarían pensiones con  el  60% del salario mínimo público (dando cumplimiento a la Ley No. 87-01,  de la Seguridad Social), a 400 mil  madres solteras desempleadas y a igual cantidad de personas  envejecientes pobres y sin ingresos,  con una inversión  de 3 mil  pesos por pensionado,  de  2,400  millones mensuales y de 28,800  millones al año para pagar 800 mil pensiones, y si cada pensionado tiene 2 dependientes se beneficiarían 2,400,000 personas, o el 24% de la población actual.

 

Igualmente, se podrían  construir cada año 50,000 viviendas económicas,  a un costo cada una  de millón y medio de pesos  (75 mil millones de pesos) para reducir el déficit   habitacional  que sobrepasa el  millón de viviendas  y para  crear miles de  empleos directos e indirectos. 

 

 Además, tomando en cuenta la baja inversión necesaria para crear un empleo en la  micro, pequeña y mediana empresa, se   crearía una gran cantidad de empleos para reducir el 15% actual de la población desocupada.

 

 La implantación desde el Estado de valientes, patrióticas  y justas decisiones económicas  y acciones sociales como las indicadas  está por encima,  por  su impacto económico,   social y en el desarrollo nacional,   de toda la política social del actual  gobierno y los anteriores.

 

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<li>La inversión extranjera, que apoyada  en la ley que la reglamenta puede repatriar el total de las ganancias anuales, que representan  más de 1,500 millones de dólares al año y alrededor 20,000 millones en los últimos 15 años, lo que descapitaliza al país y succiona gran parte del ahorro interno que necesita para financiar su desarrollo.</li>
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Como se puede apreciar de todo lo anterior, los problemas económicos, sociales y políticos dominicanos  tienen  causas estructurales visibles,  determinables y solucionables y un  origen de clase, pero  los   sectores  dominantes,  sus aliados extranjeros  y  la clase política  tradicional que le es incondicional a sus intereses  no quieren, no les  conviene ni pueden enfrentar  ni  superar esos males porque sería negarse a sí mismos.

 

¿Cómo superar este círculo vicioso de pobreza y opresión de la nación y  del pueblo?

Primero,  cambiando el actual modelo económico neoliberal producción nacional, que haga uso de ahorros internos, se maneje con bajo endeudamiento y priorice  el desarrollo de las Mipymes.

 

  Que se promueva una justa distribución del ingreso y un constante mejoramiento en  las condiciones de vida de la población y la equidad de género. Que rescate  los recursos nacionales para explotarlos racionalmente y sin afectar  la naturaleza  y ponerlos  al servicio del bienestar de la población.  

Que se garantice la autodeterminación y soberanía nacional.

 

Que se elimine la corrupción administrativa y la impunidad,  se promueva y respete la democracia participativa y  la institucionalidad.

 

En fin,   promover y lograr  una vida digna y  un desarrollo con  independencia, libertad,  justicia,  paz   y solidaridad. ¡UNA PATRIA PARA TODOS(AS)!.