La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, que este domingo fue blanco de protestas que congregaron a más de un millón de personas en decenas de ciudades del país, ha afirmado que en una democracia "se respetan las urnas y la voz de las calles".
Publicado: 17/03/2015
<p>La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, que este domingo fue <a href="http://www.rtve.es/noticias/20150315/decenas-miles-brasilenos-toman-calles-sao-paulo-contra-rousseff/1116140.shtml">blanco de protestas que congregaron a más de un millón de personas</a> en decenas de ciudades del país, ha afirmado que en una democracia “se respetan las urnas y la voz de las calles”.</p>
<p><strong>Durante la sanción de un nuevo código de proceso civil</strong>, que reduce la burocracia en trámites judiciales, Rousseff ha subrayado que la ausencia de incidentes en las protestas es “una inequívoca prueba de que Brasil es un país democrático que, a diferencia de otros, convive pacíficamente con manifestaciones”.</p>
<p>En ese sentido, ha garantizado que, a diferencia de las épocas en que el país fue gobernado por dictadura<strong>s, “nunca más se verá en Brasil que las personas que manifiesten su opinión</strong>, así sea contra la presidenta de la República, vayan a sufrir consecuencias”.</p>
<p>En clara alusión a esos grupos más radicales, la mandataria ha señalado que “en democracia se respetan las urnas y las calles”, y apuntó que su Gobierno “respeta y escucha con atención a todas las voces”, pues está volcado a mejorar la vida de quienes lo respaldan y también de aquellos que se le oponen.</p>
<p>Rousseff ha rearfimado que su Ejecutivo garantiza que “todos puedan ejercer sus derechos pacíficamente” y ha destacado que, por su carácter pacífico, las manifestaciones demostraron que<strong> “Brasil es un país que, frente a las invitaciones a la anormalidad política,</strong> elige el camino de la democracia”.</p>