LA SOCIEDAD DOMINICANA VALORÓ SU CALIDAD PROFESIONAL
Publicado: 07/08/2015
<p>El presidente Danilo Medina expresó sus condolencias a la señora Adra Risk viuda Lugo, por la muerte de su esposo, el doctor Andrés Lugo Vizcaíno, uno de los más destacados cirujanos oncólogos del país.</p>
<p>Mediante una carta el jefe del Estado manifestó, en nombre del Gobierno y en el suyo, su pesar a los hijos del fallecido, Andrés Alberto, Michael Eduardo y Jonathan, así como a los demás familiares afectados por esa pérdida irreparable.</p>
<p>El doctor Lugo Vizcaíno fue reconocido por su generosa dedicación y entrega a su profesión. Laboró por más de 30 años en el Instituto de Oncología Doctor Heriberto Pieter, en el que llegó a desempeñar la posición de director médico.</p>
<p>Durante 41 años ejerció la medicina, 35 de estos en el Instituto de Oncología Doctor Heriberto Pieter, el principal centro oncológico del país. Las honras fúnebres fueron en la Funeraria Blandino y fue sepultado en el cementerio Puerta de las Palmas, donde se congregaron en unión a su familia, colegas médicos y numerosos amigos. A Lugo Vizcaíno le sobreviven su esposa Adra Risk, sus hijos Andrés Alberto, Michael Eduardo y Madeline y Johnathan, así como sus nietos Adra Marcelle, Andrés Eduardo, Adra Aimée, sobrinos y su amigo de toda la vida, Rubén Acevedo. El doctor Lugo Vizcaíno nació en Ciudad Nueva, Santo Domingo, y estudió medicina en la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña, UNPHU, en 1974. Se especializó en el exterior y viajó a muchos países en los congresos de su especialidad. Lugo Vizcaíno fue un filántropo que atendió a millares de personas tanto desde su consultorio en el Instituto Oncológico como en su oficina privada. Fue de los pioneros del tratamiento oncológico en República Dominicana.</p>
<p>Acevedo lo definió como un gran amigo, hombre íntegro y agradecido, gentil, sonriente siempre y quien soportó el quebranto de su salud casi con estoicismo hasta el último momento, pese a los dolores que sufrió.</p>
<p>Lugo Vizcaíno ejerció por un tiempo la dirección médica del Instituto Oncológico y el departamento de Cáncer Mamario durante al menos 30 años. Era un trabajador infatigable, dedicado, disciplinado y correcto en su ejercicio.</p>
<p>Sus amigos valoraron su apego al punto de que asistió a su consultorio casi hasta el último momento de su vida. Iba soportándose en muletas cuando el quebrando de su salud limitó su movilidad.</p>
<p>En el acto de su sepelio leyeron panegíricos sus hijos Andrés y Johnatan, quienes reconocieron su vida dedicada al servicio de los demás. Los doctores Rodríguez Moya, Rodríguez Melo y todo el personal del Instituto Oncólogico asistieron al campo santo en muestras de solidaridad con la familia Lugo-Risk.</p>