Los obispos de distintos puntos del país destacaron la hospitalidad de la provincia y dieron un mensaje sobre el gran encuentro vivido los últimos días.
Publicado: 13/10/2015
<p>En la previa a la misa que cerró el 4º Encuentro Nacional de Misioneros, el obispo de nuestra Diócesis, monseñor Vicente Bokalic y sus pares de distintas provincias realizaron un pequeño balance.</p>
<p>“Cansados pero felices, contentos. La alegría de los misioneros nos ha reconfortado a todos. Santiago del Estero ha respondido con mucha apertura, con mucha generosidad y esperamos que haya frutos buenos”, ponderó monseñor Bokalic.<br />
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Riqueza de la Iglesia argentina</p>
<p>El arzobispo de Salta, monseñor Mario Cargnello, sostuvo que el encuentro “muestra una riqueza de la Iglesia argentina que son los grupos misioneros que, desde sus parroquias, se abren y tratan de responder a las necesidades de las periferias. Ésta es una riqueza que se puso en evidencia en la década del 90 y que gracias a Dios va atravesando décadas y todavía está”.<br />
Gratitud al pueblo santiagueño</p>
<p>Monseñor Daniel Fernández, obispo de Jujuy, manifestó su anhelo de que el encuentro “dé muchos frutos al volver cada uno a su comunidad, llevándonos este hermoso recuerdo en el corazón y la gratitud —fundamentalmente— a toda la Diócesis y el pueblo santiagueño por esta acogida tan cordial, tan cariñosa”.<br />
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Seamos buenos aún cansados</p>
<p>El obispo de Quilmes, monseñor Raúl Martín expresó: “Si es por la alegría y el entusiasmo que tenemos nos fue bárbaro, creo que todo esto se va desarrollando porque tocó el corazón de todos nosotros y un corazón tocado por Dios es llamado a sembrar y dar buenos frutos seguro. El mensaje que nos queda, como dice San Pablo, es que no se cansen de ser buenos y si nos cansamos, seamos buenos aún cansados”.</p>