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Abortos involuntarios, malformaciones y partos prematuros son algunas de las secuelas

SERIE BOMBA DE TIEMPO, LAS CENIZAS DE CARBÓN (I) Abortos involuntarios, malformaciones y partos prematuros son algunas de las secuelas del "rockash" de Samaná La frecuencia de abortos y nacimientos de niños con deformidades fue atípica en Arroyo Barril entre 2005 y 2008

Publicado: 02/03/2016

Abortos involuntarios, malformaciones y partos prematuros son algunas de las secuelas

<p>Ya han pasado ocho a&ntilde;os, pero Amparo And&uacute;jar Maldonado no lo olvida. Perdi&oacute; a su primer hijo cuando se aproximaba al quinto mes de embarazo.</p>

<p>Tampoco borra de su mente que dio a luz a una criatura desfigurada, con malformaci&oacute;n craneal, algo incomprensible para una mujer saludable de 27 a&ntilde;os a quien no le faltaron doctores ni enfermeras.</p>

<p>Pero Amparo no fue la &uacute;nica. Entre los a&ntilde;os 2005 al 2008, la tasa de abortos y nacimientos prematuros repunt&oacute; de forma s&uacute;bita en el barrio Encantado de Arroyo Barril, un poblado rural y costero, de clase trabajadora, al norte de la Rep&uacute;blica Dominicana. Una zona rica en tesoros naturales como la Bah&iacute;a de Saman&aacute;, santuario mundial para las ballenas jorobadas.</p>

<p>La amiga de Amparo, Rosa Mar&iacute;a And&uacute;jar, tambi&eacute;n cay&oacute; en las estad&iacute;sticas. Dio a luz un ni&ntilde;o con los intestinos expuestos y seis dedos en manos y pies. El beb&eacute; muri&oacute; poco despu&eacute;s de nacer, en julio de 2008.</p>

<p>Meses m&aacute;s tarde, otra vecina, Maribel Mercedes, dio a luz siameses que murieron en corto tiempo. Cinco criaturas tambi&eacute;n nacieron con onfalocele o intestinos expuestos, entre agosto y noviembre de ese a&ntilde;o, en los vecinos barrios Los R&oacute;balos, La Pascuala y el Gri-Gri. Solo uno de ellos sobrevivi&oacute;.</p>

<p>Al preguntar a And&uacute;jar Maldonado qu&eacute; explicaci&oacute;n han dado las autoridades sanitarias a su aborto y a la inusual repetici&oacute;n de casos en la regi&oacute;n, su respuesta es escueta: &ldquo;Ninguna&rdquo;.</p>

<p>La vivienda de Amparo se ubica a menos de medio kil&oacute;metro del muelle y durante el embarazo acud&iacute;a regularmente a la playa &ldquo;a coger fresco&rdquo;.</p>

<p>&ldquo;Yo creo que fue a causa de eso&rdquo;, a&ntilde;adi&oacute;.</p>

<p>Al decir &ldquo;eso&rdquo; se refiere a las toneladas de cenizas de carb&oacute;n que permanecieron abandonadas en el puerto Juan Pablo Duarte de Arroyo Barril durante casi cuatro a&ntilde;os. Mont&iacute;culos con m&aacute;s de 27 mil toneladas de residuos gris&aacute;ceos que llegaron desde la planta de carb&oacute;n AES en Guayama, Puerto Rico, y que fueron descargados, a pasos de la costa, a la intemperie y sin un plan de manejo, a partir de octubre de 2003.</p>

<p><img alt="Abortos involuntarios, malformaciones y partos prematuros son algunas de las secuelas del "rockash" de Samaná " src="http://www.diariolibre.com/documents/10157/0/440x330/88c0/264d330/none/10904/BRMS/image_content_6290850_20160301203721.jpg" style="height:330px; width:264px" /></p>

<p><img alt="Abortos involuntarios, malformaciones y partos prematuros son algunas de las secuelas del "rockash" de Samaná " src="http://www.diariolibre.com/documents/10157/0/264x352/0c11/264d330/none/10904/CROU/image_content_6290854_20160301203722.jpg" style="height:330px; width:264px" /></p>

<p>Desde el a&ntilde;o 2002, la empresa AES ha generado entre 400 a 1,600 toneladas diarias de este desecho al producir la electricidad que vende a la Autoridad de Energ&iacute;a El&eacute;ctrica de Puerto Rico y, mediante contrato con el gobierno, se comprometi&oacute; a exportar el desperdicio para el que no encontrara un uso comercial.</p>

<p>Vecinos y exempleados del puerto dominicano reconocieron que una cantidad indeterminada de aquel material cenizo, identificado por los locales como &ldquo;rockash&rdquo;, fue a parar al mar. Cuando ocurr&iacute;a, era com&uacute;n toparse con bancos de peces muertos en el litoral.</p>

<p>&ldquo;Cuando el agua ca&iacute;a, los peces se mor&iacute;an&rdquo;, asegur&oacute; Miguel &Aacute;ngel Paredes Jim&eacute;nez, quien fue Jefe de Seguridad en el muelle de Arroyo Barril en el a&ntilde;o 2004.</p>

<p>Otra parte de las cenizas, afirmaron, fue arrastrada durante meses por la brisa costera hacia las comunidades cercanas, los terrenos agr&iacute;colas y hasta las monta&ntilde;as de la localidad.</p>

<p>Un an&aacute;lisis de muestras realizado por el Instituto de Qu&iacute;mica de la Universidad Aut&oacute;noma de Santo Domingo y divulgado en abril de 2004 certific&oacute; que los desechos tra&iacute;dos desde Puerto Rico estaban cargados de metales pesados. En espec&iacute;fico, se identificaron niveles de ars&eacute;nico, berilio, vanadio y cadmio &ldquo;muy por encima de los niveles establecidos por los est&aacute;ndares internacionales&rdquo;, concluy&oacute; la Comisi&oacute;n Ambiental de la Academia de Ciencias de la Rep&uacute;blica Dominicana.</p>

<p>La Universidad T&eacute;cnica de Delft, en los Pa&iacute;ses Bajos, califica el berilio como uno de los elementos &ldquo;m&aacute;s t&oacute;xicos que se conocen&rdquo;, porque &ldquo;puede ser muy perjudicial cuando es respirado por los humanos&rdquo; y puede &ldquo;incrementar las posibilidades de desarrollar c&aacute;ncer y da&ntilde;os en el ADN&rdquo;. Adem&aacute;s, puede acumularse en el aire, el suelo y el agua.</p>

<p>Para el a&ntilde;o 2005, alrededor de 1,600 familias viv&iacute;an en el municipio de Arroyo Barril y casi el 40 por ciento de ellas carec&iacute;a de acueductos, por lo que acud&iacute;an a r&iacute;os y manantiales cercanos para obtener el agua de consumo y necesidades b&aacute;sicas. Hoy, una minor&iacute;a contin&uacute;a con la misma pr&aacute;ctica.</p>

<p>La alerta provocada por el repunte de abortos involuntarios en esos a&ntilde;os fue tal que dirigentes regionales del Ministerio de Salud adoptaron una medida extraordinaria.</p>

<h2>&ldquo;A las mujeres en edad les ped&iacute;amos que ten&iacute;an que prevenir los embarazos por un tiempo, porque hab&iacute;a muchos abortos&rdquo;, record&oacute; la doctora Rosa Domingo Maleno, quien desde el 2004 ocupa la posici&oacute;n de Directora Provincial de Salud en Saman&aacute;, regi&oacute;n a la que est&aacute; adscrita Arroyo Barril.</h2>

<p>Domingo Maleno no pudo proveer las cifras de abortos involuntarios registrados durante esos a&ntilde;os.</p>

<p><strong>&ldquo;La tierra est&aacute; contaminada&rdquo;</strong></p>

<p>Frente a una de las quebradas del barrio Encantado y por el camino de tierra que lleva al hogar de Amparo, reside Concepci&oacute;n Garc&iacute;a Bueno, un fuerte obrero agr&iacute;cola que ya no tiene con qu&eacute; trabajar.</p>

<p>Rodeado de vecinos, explic&oacute; que desde la llegada del rockash al muelle de Arroyo Barril los &aacute;rboles frutales han dejado de ser productivos y asegur&oacute; que en su huerto ya no se dan el pl&aacute;tano, la naranja, la toronja, los gandules ni el aguacate.</p>

<p>&ldquo;Aqu&iacute; en nuestro territorio usted puede preguntar a m&aacute;s personas si alguien le puede traer una naranja o una toronja. No existe, no lo hay. Y eso es debido a esa epidemia&rdquo;, sentenci&oacute; al referirse a las monta&ntilde;as de cenizas.</p>

<p>&ldquo;Se han ido madurando las hojas y cayendo. Est&aacute;n desapareciendo. La tierra aqu&iacute;, en nuestro territorio, no los produce. La tierra est&aacute; afectada, est&aacute; contaminada&rdquo;, insisti&oacute;.</p>

<p>&ldquo;&iquest;Nunca antes hab&iacute;a notado un problema similar?&rdquo;, se le cuestion&oacute;.</p>

<p>&ldquo;Nunca, nunca. Ning&uacute;n tipo de epidemia. Luego, de ah&iacute; para ac&aacute; ha sido todo un desastre&rdquo;, respondi&oacute;. &ldquo;Pero ya quedamos contaminados y no hay c&oacute;mo de ese mal salir&rdquo;.</p>

<p>A partir de la llegada del rockash, agreg&oacute;, el suelo que por d&eacute;cadas dio frutos a su familia y vecinos se trastorn&oacute;, por lo que ahora se ven obligados a comprar viandas, frutas y vegetales a agricultores o vendedores de otras localidades.</p>

<p>&iquest;C&oacute;mo pudieron contaminarse los campos de Arroyo Barril con cenizas si las monta&ntilde;as de residuos estaban en el muelle? Garc&iacute;a Bueno dio una respuesta r&aacute;pida y clara: con la brisa del mar.</p>

<p>&ldquo;Donde depositaron ese mineral, la casa de mi madre est&aacute; a medio kil&oacute;metro y hab&iacute;a que sopiar (limpiar) a cada rato. Era como un polvo, el que usan para los beb&eacute;s&rdquo;, mencion&oacute;.</p>

<p>Pero la propagaci&oacute;n de las cenizas cont&oacute; con otro refuerzo.</p>

<p>Como describi&oacute; Jos&eacute; Eligio Garc&iacute;a Jim&eacute;nez, un l&iacute;der religioso y veterano transportista tur&iacute;stico de la Provincia de Saman&aacute;, a pocos meses de la llegada del rockash, cientos de personas llegaron hasta el muelle de Arroyo Barril para transportar cargamentos de cenizas hasta sus hogares, confiados en avisos p&uacute;blicos de la Secretar&iacute;a de Estado de Medio Ambiente y Recursos Naturales, as&iacute; como aseveraciones de operadores del puerto.</p>

<p>Ambas fuentes aseguraban que el material serv&iacute;a para la construcci&oacute;n y revestimiento de suelos.</p>

<p>Por eso, explic&oacute; Garc&iacute;a Jim&eacute;nez, no era extra&ntilde;o ver alfombras de cenizas en las entradas y patios de viviendas, aun en localidades distantes del puerto como los municipios de S&aacute;nchez o El Lim&oacute;n, ubicados a m&aacute;s de 20 kil&oacute;metros del puerto.</p>

<p>&ldquo;Mucha gente llegaron a cargar (las cenizas) en camiones para tirar en el frente de su patio porque era algo que se ve&iacute;a bonito, como una areniza blanca, algo bonito. Y ah&iacute; es que estaba la maldici&oacute;n&rdquo;, declar&oacute;.</p>

<p>&ldquo;Ah&iacute; entonces, sal&iacute;a toda esa gente enferma. Toda&rdquo;, cont&oacute;.</p>

<p>Entre otros s&iacute;ntomas, el chofer dijo que &ldquo;primero los ni&ntilde;os y luego los adultos&rdquo; comenzaron a manifestar dolores en los huesos, fiebre, hinchaz&oacute;n en el cuerpo y rasqui&ntilde;a o urticarias. A diferencia de afecciones como el dengue, com&uacute;n en territorios del tr&oacute;pico, los s&iacute;ntomas persist&iacute;an y se prolongaron por meses.</p>

<p>&ldquo;Dec&iacute;amos &lsquo;pero &iquest;por qu&eacute; una sola familia, en una casa, tiene todos esos s&iacute;ntomas de enfermedad y nadie sab&iacute;a qu&eacute; era? Nadie&rsquo;. Y era eso acabando con nosotros: el rockash&rdquo;, reflexion&oacute;.</p>

<p>Mar&iacute;a And&uacute;jar Mercedes, otra vecina del muelle, agreg&oacute; que familias que utilizaron rockash como material de construcci&oacute;n tambi&eacute;n lo convirtieron en suelo para sus cocinas, ya que en muchos hogares del &aacute;rea este espacio es separado a la vivienda y su piso es de tierra.</p>

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