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De la corrupción política a la ordinaria: el descrédito del Poder Judicial

Por Francisco Alvarez Valdez. 2 de diciembre de 2015 - 12:05 am - 16 El descredito se ha abatido sobre todo el Poder Judicial, afectando injustamente a una mayoría de jueces serios, que están consagrados a su labor con vocación y espíritu de servicio, viendo como se devalúa su título de juez.

Publicado: 05/06/2016

De la corrupción política a la ordinaria: el descrédito del Poder Judicial

<p>El Poder Judicial siempre ha sido, en Rep&uacute;blica Dominicana y otros pa&iacute;ses,&nbsp; una manzana apetecida por los partidos pol&iacute;ticos, para utilizarla como instrumento de poder, adem&aacute;s de para asegurar impunidad, pero&nbsp; muchos olvidan que despu&eacute;s de corromper la justicia para asegurar los intereses pol&iacute;tico-partidarios, solo existe un paso, y bastante corto, a la corrupci&oacute;n ordinaria de vender sentencias por dinero.</p>

<p>Podr&iacute;amos escribirlo de forma m&aacute;s dram&aacute;tica: despu&eacute;s que usted le pide a un ser humano que asesine para asegurar un fin pol&iacute;tico, ese mismo ser humano estar&aacute; mucho m&aacute;s cerca de asesinar por dinero.</p>

<p>Por eso insisto en que la actual crisis del Poder Judicial tiene su origen en los esfuerzos de los partidos pol&iacute;ticos y sus l&iacute;deres de recuperar el control de la justicia que comenzaron a perder a ra&iacute;z de la designaci&oacute;n de una nueva Suprema Corte de Justicia en 1997, y la reforma constitucional de 1994 que consagr&oacute; la carrera judicial y la inamovilidad absoluta de los jueces.</p>

<p>En un art&iacute;culo anterior se&ntilde;alaba que los avances en la justicia fueron detenidos y adem&aacute;s comenz&oacute; el retroceso con la sentencia de la Sun Land, que dividi&oacute; la Suprema Corte, pero una buena amiga me recordaba que el germen es anterior y puede situarse en la elecci&oacute;n de tres miembros del m&aacute;s alto tribunal en el a&ntilde;o 2001, cuando Jorge Subero Isa abandon&oacute; su posici&oacute;n de que solo se nombraran en la SCJ jueces de carrera y lleg&oacute; a un acuerdo con Hip&oacute;lito Mej&iacute;a que reparti&oacute; las tres posiciones entre la propia SCJ, Joaqu&iacute;n Balaguer y el PRD, dejando fuera al PLD. Este &uacute;ltimo partido comenz&oacute; esfuerzos para agenciarse voluntades dentro de la SCJ prometiendo ascensos y otros beneficios intangibles, que luego dio lugar a la divisi&oacute;n en el caso de la Sun Land en el a&ntilde;o 2008. La SCJ nunca fue la misma a partir de este momento.</p>

<p>El esfuerzo del PLD, sobre todo de su presidente Leonel Fern&aacute;ndez,&nbsp; alcanza su punto culminante con la modificaci&oacute;n de la Constituci&oacute;n que elimina la inamovilidad absoluta y la posterior selecci&oacute;n de una SCJ bajo su control. Este control ha sido utilizado en varias oportunidades, siendo la m&aacute;s reciente el caso de F&eacute;lix Bautista. Pero este uso del control de la justicia no se ha limitado a la SCJ, sino que se ha extendido a los tribunales inferiores y ah&iacute; est&aacute;n otros&nbsp; casos, como el de V&iacute;ctor D&iacute;az R&uacute;a, que lo demuestran.</p>

<p>Una parte de aquellos jueces que eran utilizados para torcer el derecho y la justicia en beneficio de los intereses pol&iacute;tico-partidarios, ya manchados por la corrupci&oacute;n pol&iacute;tica, era l&oacute;gico que sucumbieran tambi&eacute;n a la corrupci&oacute;n ordinaria y comenzaran a vender sentencias, incluso utilizando los mismos canales a trav&eacute;s de los cuales les llegaban las instrucciones pol&iacute;ticas o utilizando sus propios intermediarios.</p>

<p>No se trata de una confrontaci&oacute;n entre el actual presidente de la SCJ y el pasado Jorge Subero Isa como infantilmente pretendiera se&ntilde;alar el ex consejero y juez Francisco Arias Valera, seriamente se&ntilde;alado como la pieza superior a lo interno del Poder Judicial en este engranaje corrupto. Tampoco se trata de una confrontaci&oacute;n entre el presidente de la SCJ&nbsp; Mariano Germ&aacute;n y el Procurador Francisco Dom&iacute;nguez Brito. Se trata de una realidad que no querr&aacute;n ver aquellos que se benefician o a los que les falta el coraje para enfrentar a&nbsp; los que pretenden enterrar para siempre las posibilidades de una justicia no solo t&eacute;cnicamente capacitada sino adem&aacute;s &iacute;ntegra.</p>

<p>El descredito se ha abatido sobre todo el Poder Judicial, afectando injustamente a una mayor&iacute;a de jueces serios, que est&aacute;n consagrados a su labor con vocaci&oacute;n y esp&iacute;ritu de servicio, viendo como se deval&uacute;a su t&iacute;tulo de juez.</p>

<p>Lo mismo ocurre con los abogados que se han prestado para usar esas estructuras mafiosas para comprar sentencias, a pesar de que&nbsp; a algunos de ellos les sobra capacidad para ganar los casos sobre la base de su talento. Los que as&iacute; act&uacute;an enlodan la profesi&oacute;n del derecho y por lo tanto a todos los que somos abogados.</p>

<p>Y claro que la m&aacute;s perjudicada es la sociedad completa, cada persona que habita en el territorio de nuestro pa&iacute;s o hace negocios en &eacute;l, pues se pierde la confianza en el &uacute;nico poder capaz de sancionar la corrupci&oacute;n y hacer justicia, el judicial.</p>

<p>Despu&eacute;s de tantos esfuerzos dedicados a la reforma judicial por tanta gente,&nbsp; de tantas pesta&ntilde;as quemadas, de tantas horas consagradas, de tantos pulsos echados, de tantos recursos de todo tipo invertidos, de tantos riesgos corridos, que se nos arrebate la esperanza de contar con un poder judicial por lo menos en proceso de reforma, que se le pretenda arrojar nuevamente a las manos de los intereses pol&iacute;ticos y de la corrupci&oacute;n, definitivamente duele, sobre todo para aquellos que como yo, a mis 58 a&ntilde;os de edad, tal vez no pueda ser testigo de su renacer a partir de las cenizas que quedaran luego del fuego voraz que lo consume en estos momentos.</p>

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