¡ Y no es para menos! Es más, diría que cien millones todavía son pocos. De las mejillas de la luna deberían caer muchas más lágrimas porque un día como este sábado -aunque en distintas fechas- ocurrieron dos hechos que marcan con tinta indeleble la historia de la humanidad.
Publicado: 27/11/2017
<p>Félix Jacinto Bretón</p>
<p>Félix Jacinto Bretón | ACTUALIZADO 24.11.2017 - 11:25 pm</p>
<p>¡ Y no es para menos! Es más, diría que cien millones todavía son pocos. De las mejillas de la luna deberían caer muchas más lágrimas porque un día como este sábado -aunque en distintas fechas- ocurrieron dos hechos que marcan con tinta indeleble la historia de la humanidad.<br />
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Un 25 de noviembre de 1960 -o sea, justamente un día como hoy- en nuestro país la tiranía daba sus últimos zarpazos y se llevaba entre sus garras a tres valerosas mujeres que desafiaron su poder y el terror imperante. Hablo de Maria Teresa, Minerva y Patria -o lo que es lo mismo- de Patria, Minerva y Maria Teresa Mirabal.<br />
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Varias décadas después, también un 25 de noviembre ¡vaya coincidencia de la vida! en Cuba se apagaban los latidos de un hombre -que no era común- sino que era “un ser de otro mundo, un animal de galaxia”, como dice "La canción del elegido" de Silvio, que puede ser aplicable a Fidel , aunque no fuera escrita específicamente para el.<br />
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<strong>Las Mirabal</strong><br />
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Hablar de las Hermanas Mirabal seria “como llover sobre mojado”. El pueblo conoce muy bien de su lucha, de su sacrificio, de su valentía, de sus aportes a la patria. Sabe que ellas fueron la inspiración para que, apenas meses después, cayera con su cuerpo rellenado de plomo “la hidra de siete cabezas” que lo fue el tirano Trujillo.<br />
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Estoy de acuerdo con los que aseguran que el asesinato de las Mirabal, y de Rufino de la Cruz -el valiente que le manejó el vehículo para transportarse a Puerto Plata- significó el principio del fin de la oprobiosa tiranía. No hay espacio para la duda. El 25 de noviembre de 1960 ocurría el cuádruple asesinato y el 30 de mayo, de 1961, apenas meses después, se venía abajo la dictadura con la muerte del sátrapa.<br />
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Gracias a las Mirabal, las Naciones Unidas –décadas más tarde- intuían el 25 de noviembre como Día Mundial contra la No Violencia contra la Mujer. De ahi que en gran parte del Universo se conmemore la fecha.<br />
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<strong>En Cuba</strong><br />
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Mientras que en la isla fascinante -como le llamó el profesor Juan Bosch a Cuba- Fidel Castro cerraba sus ojos para siempre, lo que ocurría también justamente un día como este sábado 25 de noviembre del 2016 en La Habana.<br />
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Fidel -como dice Silvio aunque refiriéndose a otro personaje- había nacido de una tormenta, en el sol de una noche, del penúltimo mes, y hasta su muerte fue de planeta en planeta, buscando agua potable, quizás buscando la vida, buscando la muerte, eso nunca se sabe.<br />
Fidel comprendió que la guerra<br />
Era la paz del futuro.<br />
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Lo más terrible se aprende enseguida<br />
Y lo hermoso nos cuesta la vida.<br />
La última vez lo vi irse<br />
Entre humo y metralla,<br />
Contento y desnudo,<br />
Iba matando canallas<br />
Con su cañón de futuro.<br />
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<strong>Cien millones</strong><br />
Es por eso que aseguro en el título de esta entrega de hoy, que con el asesinato de las Hermanas Mirabal y de Rufino Antonio de la Cruz Disla-el 25 de noviembre del 1960 en el país- y con la muerte de Fidel -el 25 de noviembre del 2016 en Cuba- cien millones de lágrimas le brotaron a la luna. Y repito ¡pocos son cien millones!<br />
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Las Mirabal lucharon y ofrendaron sus vidas por cambiar el sanguinario régimen de hambre, muerte y terror que imperaba en nuestro país, y Fidel hacia lo mismo contra un gobierno similar en su patria querida.<br />
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Patria, Minerva y Maria Teresa no lograron sobrevivir, mientras que Fidel tuvo -diría que la suerte- de salir adelante, pese a que muchas veces le vio la cara a la muerte, y con todos y los intentos de asesinarlo, finalmente murió en su cama, agobiado por el peso de los años.<br />
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Tuvo la gloria de encabezar una revolución a apenas 90 millas del imperio más poderoso que recuerde la historia de la humanidad y de mantenerse en el poder hasta que la salud y el destino lo quisieron. Intentaron eliminarlo, mediante diversas vías, fueron 600 atentados planificados, mas no pudieron. Dios lo protegió, pienso.<br />
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Honor y gloria en este 25 de noviembre para Patria, Minerva y Maria Teresa, lo mismo que para el Comandante de comandantes, Fidel Castro. Las Mirabal y el líder cubano escribieron, con su dignidad y ejemplo, páginas imborrables en la historia de la humanidad.<br />
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Ahora -díganme dilectos y consecuentes lectores de esta Trinchera- si con estas muertes no hay razón para que a la luna le brotaran cien o más millones de lágrimas?<br />
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¡Seguimos en combate...hasta la victoria siempre!</p>