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Las consecuencias económicas de la reelección II

En días previos a las elecciones de 2017 escribimos un artículo con este título;Por: Hugo Noé Pino

Publicado: 11/04/2019

Las consecuencias económicas de la reelección II

<p>En d&iacute;as previos a las elecciones de 2017 escribimos un art&iacute;culo con este t&iacute;tulo; en ese momento advertimos sobre los efectos negativos de la reelecci&oacute;n: la inseguridad jur&iacute;dica, la polarizaci&oacute;n de la sociedad y el debilitamiento de la democracia.</p>

<p>Esto es lo que vive Honduras despu&eacute;s de un a&ntilde;o de desgobierno. Ahora se aborda un tema relacionado: la efectividad de las pol&iacute;ticas p&uacute;blicas.</p>

<p>El marco general de an&aacute;lisis es el hecho de que el presente gobierno es ilegal, ileg&iacute;timo y sin credibilidad. ilegal porque la Constituci&oacute;n no permite la reelecci&oacute;n, ileg&iacute;timo porque es producto de un fraude electoral, sin credibilidad por la relaci&oacute;n obvia de sus dirigentes con la corrupci&oacute;n y el narcotr&aacute;fico. Estos hechos son destacados por diversos sectores diariamente, pero se hace poco &eacute;nfasis en los resultados que tienen las pol&iacute;ticas p&uacute;blicas.</p>

<p>En materia macroecon&oacute;mica se reconoce la reducci&oacute;n del d&eacute;ficit fiscal, pese a que se realiz&oacute; con un alto costo social. No obstante, se ha dado un fuerte incremento de la deuda que absorbe una gran cantidad de recursos. Tambi&eacute;n la administraci&oacute;n tributaria ha mejorado, pero con fuerte retroceso en los &uacute;ltimos a&ntilde;os debido a la aprobaci&oacute;n del nuevo c&oacute;digo tributario.</p>

<p>Pero que se puede decir de los principales programas o proyectos emprendidos por el gobierno dirigido por JOH. El primero de ellos son las alianzas p&uacute;blico-privadas; mucho antes de lo imaginado se han vuelto una carga para los contribuyentes: demandas potenciales por incumplimiento de contratos est&aacute;n a la vuelta de la esquina con consecuencias negativas para el fisco. Cambios en las tasas de servicios como el peaje se tendr&aacute;n que soportar por las pr&oacute;ximas dos d&eacute;cadas. Todo ello producto de contratos aprobados a la carrera, poco transparentes y con empresas poco conocidas a nivel internacional o nacional. La situaci&oacute;n es tal que hasta el mismo poder ejecutivo que las alent&oacute; ahora habla de una auditor&iacute;a internacional.</p>

<p>Un segundo ejemplo son las Zonas Especiales de Desarrollo (ZEDES); &eacute;stas fueron anunciadas como una soluci&oacute;n a los problemas de empleo en Honduras, pero no pasaron de ser una ilusi&oacute;n. Si embargo, su creaci&oacute;n fue incorporada a la Constituci&oacute;n de la Rep&uacute;blica. Nadie habla ahora de las ZEDES, excepto aquellos empresarios que quieren que les regalen partes del territorio hondure&ntilde;o.</p>

<p>Un tercer ejemplo es el Plan 20-20 con sus seiscientos mil (600,000) empleos y trece mil millones ($13,000) de d&oacute;lares en inversi&oacute;n en cinco (5) a&ntilde;os. Siempre sostuvimos que este &ldquo;plan&rdquo; era m&aacute;s una bandera pol&iacute;tica, que algo que tuviera realmente viabilidad. Un cuarto ejemplo es la ley Marco de Protecci&oacute;n Social aprobada en 2015; la promesa de que el sector informal se iba a incorporar al Instituto de Seguridad Social qued&oacute; en nada.&nbsp;&nbsp;Hasta ahora lo &uacute;nico que se ha puesto en pr&aacute;ctica es el aumento de la cotizaci&oacute;n de los trabajadores y patronos al IHSS, que contin&uacute;a en crisis.</p>

<p>Un cuarto ejemplo es la revisi&oacute;n de las exoneraciones; todos los a&ntilde;os se repite la misma promesa, pero nunca se lleva a la pr&aacute;ctica. Claro est&aacute; que esto conlleva granjearse el aplauso y apoyo de los sectores que las reciben. M&aacute;s bien en los &uacute;ltimos a&ntilde;os las han extendido al sector agropecuario y al turismo. En todos estos casos se ha seguido la mercadotecnia pol&iacute;tica de: ofrece, ofrece, ofrece, que la esperanza no llena, pero mantiene.</p>

<p>Pero el caso m&aacute;s dram&aacute;tico y frustrante para la sociedad hondure&ntilde;a se llama ENEE. No solamente se sostuvo que con la aprobaci&oacute;n de tres fideicomisos se estar&iacute;a solucionando el problema, sino tambi&eacute;n que eso implicar&iacute;a beneficios para el consumidor final. Seis a&ntilde;os despu&eacute;s la situaci&oacute;n financiera de la ENEE est&aacute; peor, producto entre otras cosas, de contratos ama&ntilde;ados, incapacidad gerencial y falta de decisi&oacute;n pol&iacute;tica. Ahora se viene que hay un &ldquo;nuevo&rdquo; plan de reestructuraci&oacute;n que seguramente implicar&aacute; mayores tarifas para el sector productivo y residencial del pa&iacute;s.&nbsp;</p>

<p>SI a esto agregamos la inequidad en la aplicaci&oacute;n de los impuestos, la reducci&oacute;n de bienes sociales la falta de transparencia en el manejo de los asuntos p&uacute;blicos, la corrupci&oacute;n de altos funcionarios del gobierno, etc., el conjunto de pol&iacute;ticas p&uacute;blicas que supuestamente deben ayudar a un pa&iacute;s para el progreso econ&oacute;mico y social est&aacute;n muy alejadas de cumplir su cometido. En el fondo no deber&iacute;amos extra&ntilde;arnos porque las dictaduras tienen como caracter&iacute;sticas mantener el status quo para beneficio de pocos.</p>

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