Sin rodeos, lo ganó Demóstenes Martínez.

Muy buen desempeño de Daniel Rivera, pero la falta de sagacidad y fogueo político jugó en su contra.

Estoy entre los sorprendidos con la participación de Marino Collante, porque no es el que conozco.

El debate de la Asociación de Jóvenes Empresarios (ANJE) con los candidatos a la Senaduría de Santiago fue una excelente experiencia política.

Antes de su realización, adelanté varias opiniones en televisión y radio que creo coincidieron con los resultados que vimos anoche.

Advertí que la presión la tenía el candidato del PLD, Marino Collante, y que su participación era una gran incógnita.

He leído muchas críticas injustas y otras razonables sobre el desempeño de Collante. Creo firmemente que no se preparó bien para ir a ese debate.

Si no ensayó bien su participación en esa producción de televisión, no tenía posibilidad de salir bien parado de ahí.

No sé si falló Marino o sus asesores.

Como se trata de un exigente programa de televisión, el candidato a senador de la Fuerza del Pueblo (FP), Demóstenes Martínez, iba cómodo.

Fue dirigente estudiantil, regidor, diputado, es periodista y abogado y ha trabajo con ahínco en su formación política. Es decir, la tribuna no es extraña para él.

Sin embargo, lo esencial fue que se preparó rigurosamente para el debate como candidato de oposición.

Daniel Rivera, candidato del PRM, es un hombre culto e inteligente, con dominio escénico y buena imagen.

En varias oportunidades lo observé con el protagonismo del debate, pero la falta de destrezas políticas hacía que Demóstenes lo desplazara con facilidad.

Me encantó el debate y espero que llegara para quedarse.