MI PADRE GUILLERMO RUBIROSA FERMIN

Como un 26 de marzo, fecha donde llegan a mí la alegría y la tristeza, ambos sentimientos me invaden pues no puedo ser ajeno a ellos y es irónico pues tocando las fibras más sensibles de un corazón a la vez me llena de firmeza y por qué no?, de valor, aprendí simplemente a vivirlas y sentirlas sin preguntar.

Era un 1945 cuando mi héroe nació, Como pasan los años, ahora suman 45

los de tu partida, para aquel entonces éramos nosotros tus hijos tan pequeños, solo unos niños, y crecimos junto a tu memoria y tus enseñanzas, con cada leyenda hecha a ti, cada día de tu ausencia nos dejó un gran aprendizaje.

Aprendimos el significado de la fidelidad y lealtad a nuestras convicciones, a luchar por nuestros ideales y sueños, el no desmayar, el no rendirse, el mantener la palabra pese a cualquier circunstancia.

Quien diría querido Padre, que sería la misma vida quien te escribiría en las hojas inmortales de la historia como fundador de la VOZ PROLETARIA o de LOS TRINITARIOS, sin embargo aquel eco de tu voz firme y valiente como todo noble dominicano aún resuena y nos hacen recordar “EL TENER UN COMPROMISO CON EL PUEBLO Y QUE LA LUCHA ES INELUDIBLE”.

La importancia de luchar por la gente que más necesita aunque el precio sea la misma vida, aquella quien te marco con sangre y valentía

Fuiste y serás un gran maestro y en los momentos de nostalgia como estos tan solo el recordarte me llena por completo, cuan orgullosa me siento de ser tu hija, de llevar tu sangre y llevar por apellido, RUBIROSA.